El gran valle tarijeño se encuentra entre 1.700 y 2.900 metros sobre el nivel del mar, pero en Bolivia el rango aumenta y es posible hablar de viñedos hasta a 2.400 m.s.n.m. A esta altura los frutos ganan riqueza aromática debido a una exposición más intensa a los rayos ultravioletas que en otras regiones del planeta, hecho que le otorga la denominación de vinos de altura.
La uva cultivada se utilizaba para consumo fresco o mesa, para la elaboración de vino con fines litúrgicos y como parte de la dieta tradicional de los colonizadores. La producción de vid se registra a partir de 1550 en los valles interandinos de Mizque (Cochabamba), Luribay (La Paz), Cotagaita y Turuchipa (Potosí) y a partir de 1570 en el valle de Paspaya, Cinti, actualmente conocida como Camargo (Chuquisaca). Ubicado a una altura promedio de 2.350 metros sobre el nivel del mar, el valle del Cinti, protegida por esa hendidura geomorfológica, alberga a los municipios de Camargo, Villa Abecia y Las Carreras, que guardan una historia de casi 500 años de práctica en la producción de vinos y singanis, con bodegas y parras muy antiguas, como lo atestiguan las primeras misiones religiosas de dominicos, jesuitas y agustinos, que llegaron al lugar en 1584, y convirtieron esas tierras en verdaderas fortalezas agrícolas de vid, olivo e higueras para el consumo de los españoles. La forma ancestral del cultivo de la vid en el valle del Cinti aún se mantiene y pervive en combinación con las nuevas técnicas de producción. El árbol de Molle y el Chañar siguen siendo los soportes para las matas de uva por su gran beneficio ante las plagas y las ocasionales granizadas.
El desarrollo tecnológico e industrial que permitiría despertar el valle tarijeño se inició a partir del año 1960. En un principio la uva se destinaba a Cinti para la producción de vino y singani. Hoy, el valle central de Tarija es el principal productor de uva en Bolivia, tanto para el consumo de mesa o fresco, como para la elaboración de vinos y singanis para los mercados interno y externo.
A partir del año 1940 se dieron los primeros pasos para la industrialización de la vid con la instalación de bodegas en Cinti y en 1960 Tarija inicio la expansión del cultivo de la vid, a través de la iniciativa y esfuerzo de familias en las comunidades de Paicho, Tomayapo, Sella y San Juan del Oro, además de Tarija Cancha, Sella Cercado, Canasmoro y Tomatas Grande.
La instalación de bodegas a partir de 1960 y la progresiva introducción de tecnologías consolidaron la producción de vid e industrialización de vinos y singanis, situando a Tarija como principal productor en Bolivia. Bodegas y Viñedos “Daroca” y vinos “El Chapaco”, nombre original de vinos “Kohlberg”, fueron los pioneros de esta actividad, con cultivos de vid en las comunidades de Santa Ana y el valle de Concepción.