Noticias El Periódico Tarija

Cuestionamos el hecho de haber emplazado la lagunas de oxidación en una de las zonas más lindas y verdes de la ciudad de Tarija sin visión de futuro, este es error histórico, pero también criticamos que las autoridades que han tenido el poder durante décadas no hayan sido capaces de darse cuenta del efecto nocivo de las lagunas en una ciudad de expansión urbana acelerada además de proponer y ejecutar la instalación de una plata de tratamiento moderna proyectada para por lo menos 50 años más. Simplemente se fue indiferente a este mal que se volvió de todos porque si antes eran comunarios los afectados hoy son ciudadanos que no encuentran explicaciones y exigen respuestas.

El problema es que la dejadez de las autoridades ha sido crónica y poco se ha hecho para «matar» este cáncer. Nadie se ocupó de hacer un estudio para medir la influencia de estas lagunas en la salud de la gente, porque las aguas negras de la urbe no sólo caen en estas colapsadas piscinas sino que rebalsan y llegan a ríos y quebradas, con esas aguas se riegan cultivos que producen lo que servimos en nuestras mesas. Los malos olores que producen más por el inexistente tratamiento  son lo de menos, se han convertido en focos de infección que no llaman la atención de nuestros médicos y menos de Gobernadores o Alcaldes, la proliferación de zancudos portadores de enfermedades es alarmante. Se llegó a hablar que el número creciente de casos de hepatitis en escuelas se debía a que arrojaban sus aguas oscuras a quebradas próximas por no estar conectadas a una red de alcantarillado como debe ser. De sólo afectar a una zona, ahora se siente su presencia en toda la ciudad, Tarija esta trancada porque decenas de barrios no tienen más que botar sus desechos en cárcavas o ríos contaminando más nuestra propia casa porque llevar eso más hasta las lagunas sería un crimen.

Alguien dirá que se está haciendo algo y seguro se referirá al proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, muy combatido inexplicablemente por ciertos actores que parecen tener extraños intereses para que todo se quede como está. Aplaudimos lo avanzado aunque hemos dejado pasar décadas enteras para atender una prioridad pero hasta que no veamos concluida y funcionando la obra no pondremos letras mayúsculas para resaltar lo logrado. Las últimas gestiones son positivas, lo malo es que hasta ahora son sólo eso, sorprende la noticia de que la Asamblea Departamental no haya viabilizado más recursos para paliar los olores nauseabundos, se debe recordar que había un proyecto que consistía en la colocación de geo membranas que impedirían su propagación y permitirían incluso que se quemen los gases que emanan de la materia orgánica, ya no se habla de este tema que de concretarse hubiera resultado altamente positivo porque acabaría con lo más perceptible de estas lagunas… sus pestilentes aromas. Lo de la planta de tratamiento claro que es importante pero considerando que el proyecto se encuentra «en pañales», avanzar con lo mencionado sería un gran logro en un tema que ha sido postergado y olvidado, aún no comprendemos porque.