Eduardo Claure
La fecha determinada para el referendo del Estatuto del Gobierno Autónomo de la Nación Originaria Uru Chipaya, es este 20 de noviembre – como se dará en otras ETA’s del Estado Plurinacional- sin embargo por los trascendidos existe marcada preocupación por el representante del Ministerio de Autonomías en el departamento de Oruro, Sr. Rosendo Copa quien expresó que no se pudo socializar adecuadamente este documento con aquellos Uru Chipayas que radican en el norte de Chile.
La socialización del documento estatutario se desarrolló en el municipio de los Chipayas por personal del Ministerio de Autonomías, con un trabajo puerta a puerta para que todos los que viven en ese municipio comprendan lo que aprobarán o no en el referendo que se cumplirá el domingo 20 de noviembre de 2016. El Ministerio tenía “que socializar” un documento supuestamente elaborado por las propias autoridades del municipio Chipaya y sus autoridades ancestrales por usos y costumbres…??!!
Lo preocupante de esta particular votación, es que de los 916 votantes habilitados (hombres y mujeres), 280 son migrantes en Chile, por lo tanto “no recibieron la socialización” del Estatuto Autonómico Uru Chipaya. Si bien indican las noticias que los funcionarios estatuyentes fueron por dos veces a Chile pero que no se los pudo ubicar a todas las personas Uru Chipayas migrantes y casi residentes permanentes en el país vecino de Chile.
El conflicto que se aprecia es en Chile, donde se encuentra una cantidad importante de residentes Chipayas, que están habilitados para votar en el referendo del 20 de noviembre de 2016, quienes deben llegar de manera obligatoria a la “fiesta democrática autonómica”, pero sin conocer un ápice del contenido del importante documento “Estatuto Autonómico de la Nación Uru Chipaya”; su larga permanencia y características del trabajo que desarrollan allá en el norte chileno, los mantiene en movimiento y no residen en un solo lugar.
Todos los que están inscritos en el padrón Electoral llegarán obligados a sufragar en el Municipio de la Nación Uru Chipaya, los que residen en el exterior, que llegan y votan sin saber qué es su “Estatuto Autonómico» y los que viven en el municipio Uru Chipaya y recibieron la “inducción autonómica” votarán también, seguramente por este “influjo autonómico”, por el SI o por el NO. Cuál será el voto de los que llegan solo para “la fiesta democrática autonómica”..??!!
Pero esto no es todo, la preocupación nace en algunos artículos del Estatuto, que tienen ciertas determinaciones a las que debe regirse la nación Chipaya, como algunas prohibiciones, entre las que destaca que no se pueden casar con personas que no sean Chipayas, además que si quieren migrar a otros lugares, solo puede ser a Chile y así otras particularidades del contenido estatutario que sin duda “dotará de autonomía” al ahora y aún vigente Municipio de Chipaya.
Los migrantes y residentes Uru Chipayas en Chile son aproximadamente el 30% de la población inscrita para dar el SI o el NO a su Estatuto Autonómico de la Nación Uru Chipaya”, estas son las circunstancias de una realidad social y cultural bastante “cerrada” que ya tienen una determinada forma de vida en el altiplano sur del departamento de Oruro. Una comunidad que se ha mantenido “pura” por su forma de vivencia en una zona donde históricamente fueron arrinconados por los aymaras de esta región, donde tienen las mínimas condiciones para el “desarrollo municipal”: escasos recursos económicos del IDH y la coparticipación tributaria y los otros ingresos municipales con los que nacieron los municipios; tienen condiciones climáticas, de agua y suelos con las mayores desventajas que imposibilitan el desarrollo de una agricultura y ganadería sostenible y en crecimiento o diversificación.
La comunidad/pueblo o nación –como se autodenominan- siempre fueron autónomos. Enclavados en un área definida y con bastantes limitaciones de disponibilidad de recursos naturales, relaciones comerciales y/o económicas de sobrevivencia con las otras comunidades aymaras ubicadas alrededor de la parte sud del otrora Lago Poopó –que antes de secarse completamente por lo menos les proporcionaba abundante pesca-, un centro poblado construido casi a la fuerza por decir lo menos que consta de una área amanzanada que se llena de ocupantes para sus fiestas y más que todo para dar espacio a los alumnos y maestros durante el año escolar, pues las familias viven en sus comunidades familiares dispersas (una familia extendida es casi una pequeña aldea propiamente) y en sus viviendas tan especiales por su forma circular/piramidal hecha de paja brava y barro –Putucos-. La particularidad de su idioma, el Puquina principalmente y también el aymara y el poquísimo castellano, hace de esta Nación Uru Chipaya, un verdadero enclave social, étnico y cultural que dicen los estudiosos alcanzan a los 5.000 años, son aquellos que este 20 de noviembre decidirán la “forma autonómica” de administrarse o de rechazarla, en el marco de la plurinacionalidad de este Estado con autonomías, cuando ellos siempre se han sentido, vivido y realizado en su “propia autonomía”.
En dos semanas, en el municipio Uru Chipaya, sus habitantes aprobarán o rechazarán su Estatuto Autonómico de Nación Uru Chipaya, la pregunta: qué cambiará de su realidad actual, que futuro es el que definirán, cuales los elementos que diseñaran su nueva perspectiva, serán reafirmados y más autónomos que ahora..??!! Es una de esas contradicciones que el proceso de cambio incorporó a su Carta Magna, para ser como prometía el mandatario, en quince años como Suiza..!!