PABLO ZENTENO/e&e/BOLINFO
En el marco de las negociaciones que entablará nuestro país con Brasil para un nuevo contrato de exportación de gas, Fundación Jubileo alertó sobre la necesidad de que, por su importancia para el futuro del país, las negociaciones para su concreción se efectúen en un marco de política consensuada, con acceso a la información correcta y transparente.
Según el documento refrendado por esta institución, el cual fue hecho público en las pasadas horas, en julio de 2019 concluye el contrato de venta de gas natural a Brasil, el cual estuvo vigente durante dos décadas, razón por la cual las negociaciones y condiciones para continuar exportando este energético a ese mercado son complejas. En el caso del país, el sector hidrocarburos es estratégico por su impacto en los ingresos públicos y su tratamiento requiere una política consensuada y con acceso a información y transparencia.
“En los últimos 15 años Bolivia ha incrementado notablemente su producción de gas natural, siendo que cerca de 56% de este energético tiene por destino Brasil, en el marco del Contrato de Compra-Venta de Gas Natural, que ha sido suscrito el año 1996 y que finalizará en julio de 2019. El gas natural, en los últimos 10 años, ha sido el principal producto de exportación nacional, representado 47% del total de las exportaciones del país”, recuerda Jubileo.
De esta manera, la ONG indica que, los ingresos percibidos por la explotación de hidrocarburos se han constituido en una de las principales fuentes de ingresos públicos, los que posteriormente son distribuidos a la población mediante los niveles subnacionales, universidades y otros beneficiarios.
“Los gobiernos de Bolivia y Brasil anunciaron, el año pasado, el inicio de negociaciones para un nuevo contrato de compra y venta de gas natural, que entraría en vigencia el año 2020. En medio de este proceso de renegociación es altamente relevante la noticia publicada en la prensa brasilera, en sentido de que el nuevo gobierno brasileño pretendería reducir a la mitad los volúmenes de gas natural que compraría a Bolivia, abriendo la posibilidad de que YPFB negocie con actores privados de Brasil la venta de otros volúmenes adicionales; lo cual supondría variaciones de volúmenes, precios y plazos con sus consecuentes implicancias para la economía nacional y en especial para los niveles subnacionales que se benefician con regalías e IDH”, indican.
El documento recuerda así también que, esta preocupación se acentúa porque ya durante mayo, junio y julio de este año la población boliviana, propietaria del recurso hidrocarburífero, tuvo que enterarse por la prensa extranjera de los problemas en el envío de gas natural a Argentina, y no así por las autoridades nacionales o de nuestra empresa petrolera estatal que tanto ha costado recuperar.
“Fundación Jubileo, desde hace varios años, viene insistiendo en la necesidad de mayor transparencia y acceso a la información sobre la gestión de este recurso natural estratégico, como mecanismo que permita generar mayores propuestas con visión nacional, no solo desde instancias gubernamentales, sino también con participación de la sociedad civil, incorporando actores públicos, privados, nacionales y locales. Por lo tanto, ante este nuevo escenario, reiteramos la necesidad de mayor transparencia y acceso a la información sobre la gestión del sector hidrocarburos por parte de las autoridades gubernamentales, así como la apertura de espacios de debate público con diferentes actores de la sociedad civil que permitan enriquecer, a través de propuestas, la política hidrocarburífera nacional”, concluye Jubileo.
GOBIERNO NO SE PREOCUPA POR BAJA EN EXPORTACIÓN DE GAS
Aunque el Gobierno brasileño, según una publicación de ese país, ha advertido con reducir a la mitad la compra de gas boliviano a futuro, el ministro de Economía, Luis Arce, dijo que el Gobierno prefiere aumentar el valor agregado de su materia prima e industrializar el país. “No necesitamos vender todo el gas como materia prima”, enfatizó la autoridad nacional, al matutino El Deber.
“Podemos industrializar gradualmente una parte hasta que vayamos mejorando e incrementando las inversiones en la producción de productos industrializados del gas”, dijo. Añadió que Bolivia ya planificó el momento en que el país se quede sin gas. Hasta ahora, la venta de gas no pesa mucho en el PIB (6%), aunque declaró que afecta a las exportaciones.