RIO DE JANEIRO
Mientras escuchaba las notas del himno argentino desde lo más alto del podio, la judoca Paula Pareto apenas pudo contener la emoción. Acarició su mejilla con su mano derecha antes de tocarse el pecho y apretó fuertemente como quien quiere evitar que se le salga el corazón. No era para menos tras una jornada inolvidable para el deporte argentino.
Pareto derrotó el sábado a la coreana Bokyeong Jeong en la final de la división de -48 kilogramos del judo de mujeres para convertirse en la primera atleta argentina en ganar una medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Previamente tres argentinas en deportes individuales coquetearon con el oro: Jeanette Campbell ganó la plata en los 100 metros de Berlín 1936, Noemí Simonetto hizo lo mismo en el salto largo de Londres 1948 y Gabriela Sabatini en tenis de Seúl 1988. En deportes de conjunto, el equipo de hockey sobre césped terminó segundo tanto en Sydney 2000 como en Londres 2012.
«Es algo increíble, impensado, es un dato que me dijeron recién. Yo no lo sabía y creo que es un gran aventón para todas las mujeres que hacen deporte de saber que se puede llegar», dijo Pareto. «Para el judo también es importante, fue un deporte dominado por los hombres y que las medallas lleguen de un femenino es para darse cuenta que esto es para los dos».
Pareto ya era una histórica del deporte argentino como la primera en ganar una presea en judo —cuando se colgó el bronce en Beijing 2008.
«Lo más increíble es arrastrar a mucha gente a un deporte que no es para nada conocido, al menos en Argentina», agregó.
Tras ganar el bronce en Beijing 2008, parecía que Londres sería la competencia donde Pareto daría un paso hacia adelante, pero no fue así. Metió reversa con un quinto lugar que decepcionó a muchos, incluso a ella misma —al grado de contemplar la posibilidad de retirarse antes de decidir volver a los tatamis.
«Ella trabajó los últimos cuatro años con el objetivo que acabamos de lograr», dijo su entrenadora, Laura Martinel. «Mentalmente es un roble, tiene una fortaleza mental impresionante, es fenomenal porque coloca las presiones en lo positivo. Es una atleta extremadamente trabajadora que ha logrado una maestría en su técnica que es fabulosa, todo mundo sabe lo que hace pero igual las acaba tirando».
Pareto dijo que a pesar de ese resultado en Londres, nunca vio a Río como la posibilidad de revancha.
«No lo veo así, todas las competencias son diferentes y arrancan desde cero. Tuve muchas competencias desde Londres, en algunas me fue mal, en otras bien y esta la veía como una más», agregó la atleta argentina.
Pareto, médico de profesión, afirmó que su logro es prueba de que es posible combinar exitosamente los dos mundos.
Pareto, quien tenía marca de 1-1 ante Jeong, consiguió los puntos decisivos con un Waza-ari poco menos de dos minutos en el combate, unos instantes después de que tuvo que dejar el tatami para atenderse por un golpe en el labio inferior.
Luego de sortear la primera ronda sin combate, Pareto enfrentó a la rusa Irina Dolgova, a la que superó por ippon en 3:23 minutos de pelea sobre el tatami de la Arena Carioca 2. Luego en los cuartos de final derrotó a la húngara Eva Csernoviczki por Waza-ari y luego dio cuenta de la japonesa Ami Kondo en las semifinales.