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Hugo Menchaca Alli

Cuando concluí mis estudios de secundaria tenía muy bien asentado en mi pensamiento que los departamentos mineros en nuestro país son Potosí y Oruro…en ese orden.
Es decir, estaba equivocado, pues la diversidad minera de nuestro país, nos sorprende. La realidad minera de Bolivia no simplemente se reduce en señalar que el Cerro Rico de Potosí, por su magnanimidad argentífera se encuentra en el Escudo de Armas de Bolivia, o que fuimos un de los países con mayor producción de estaño con la explotación minera de los tres barones del estaño: Patiño, Hoschild y Aramayo, o que los jerarcas de la plata fueron los todopoderosos, que pelearon “billete contra billete” en momentos electorales.
En verdad la historia no empieza ni termina ahí.
Bolivia tiene una diversidad minera insospechada, si bien es cierto que los departamentos de Potosí y Oruro marcan historia con relación a darle tradición histórica minera a nuestro país, inicialmente con la plata y después con el estaño, sin embargo, la actividad minera no simplemente se reduce a la explotación y comercialización de dichos dos minerales, sino que existen una diversidad de minerales en cada uno de los departamentos de nuestra Patria, y que innegablemente tienen vocación en producirla.
Por ejemplo, el departamento de La Paz, hoy por hoy tiene una potencialidad aurífera de mucha trascendencia, más del 50% del oro producido en el país proviene de dicho departamento, y el Valor Bruto de Exportación es el principal mineral con valor monetario que se exporta de nuestro país. Pero, La Paz no solamente se reduce a la explotación del oro, sino también posee una variedad de minerales, como el estaño y el zinc en Colquiri, cobre en Coro Coro, Wolfram en la mina Chojlla, los No Metálicos como la piedra caliza, insumo que sirve como materia prima para la Fábrica de Cemento SOBOCE.
Es muy probable que nos estemos olvidando de otros minerales de igual importancia del departamento de La Paz.
Cochabamba, que en antaño fue considerada como el Granero de Bolivia, por su proficua producción agropecuaria nos demuestra que también posee potencialidad minera, y resalta sobre todo su potencialidad de No Metálicos como la piedra caliza y la arcilla, materia prima para la Fábrica de Cemento y Cerámica COBOCE, de la misma manera es menester mencionar el trabajo artesanal de “productores” de piedra caliza y piedra de yeso que procesan cal y yeso en la zona de Montenegro sobre la carretera Cochabamba – Oruro, en el Municipio de Sipe Sipe; no podemos obviar a la sodalita único mineral ornamental que se exporta al mundo, asimismo Cochabamba también tiene potencialidad en la explotación del oro, y minerales tradicionales como el zinc. Algo que sorprende en Cochabamba es la potencialidad del recurso mineral de asbesto en el Chapare, mineral estratégico para la actual industria, aunque con los riesgos cancerígenos que conlleva.
Chuquisaca, también tiene vocación minera con la producción de No Metálicos como la Piedra Caliza, materia prima para la Fábrica de Cemento FANCESA, o la arena de sílice, no por nada la moderna fábrica estatal de vidrio ENVIBOL se ha asentado en el municipio de Zudañez. Asimismo cuenta con interesantes yacimientos de sal de roca, como la sal rosada que comparte yacimientos con el departamento de Tarija; las virtudes medicinales y alimenticias de la sal rosada son extraordinarias, sólo amerita su industrialización masiva. Asimismo Chuquisaca cuenta con la producción de minerales tradicionales como complejos de zinc y plomo en los Cintis.
El hacer mención al departamento de Tarija, es inevitable y lo debemos hacer con apasionamiento. Aparentemente Tarija, no posee ninguna vocación ni potencialidad minera y solamente su fortaleza es la producción gasífera. La realidad está lejos de esa afirmación, también Tarija cuenta con potencialidad minera, por ejemplo con los No Metálicos como la Piedra Caliza, materia prima de la Fábrica de Cemento El Puente. Asimismo en actual producción pero con serias limitaciones es la sal rosada del Municipio de Entre Ríos, sal extraordinaria que en grandes cantidades sólo se encuentra en Bolivia y en el Himalaya, pero, que Bolivia recién empieza a mostrar algún interés en su explotación, industrialización, y comercialización a través de emprendimientos privados, no precisamente de Tarija, sino de Santa Cruz y Cochabamba, he ahí la paradoja. Por otro lado, la potencialidad de otro No Metálico como el yeso es increíble en el departamento de Tarija, la explotación de dicho mineral es exportado a la República del Paraguay, con seguridad hay que fortalecer esta actividad de explotación y procesamiento de la piedra de yeso, que por el momento algunas cooperativas mineras se han constituido para su explotación y procesamiento en el municipio de Entre Ríos. En la zona norte del departamento de Tarija existen yacimientos de silicio a flor de superficie, mineral imprescindible para la industria electrónica y microelectrónica, pero se requiere de inversión para su explotación masiva y amigable con el medio ambiente. También otra noticia muy poco difundida es que, en el Chaco tarijeño existen interesantes reservas de carbón mineral. Actualmente nuestro país importa carbón mineral del Perú para actividades de la Fundición como es en la Empresa Vinto de Oruro.
Con seguridad estamos obviando, algunas otras potencialidades mineras de Tarija, pero las más visibles, son las que acabamos de describir.
Colocando nuestra mirada al oriente del país, nos encontramos aún con más sorpresas, particularmente en lo que es Precámbrico Oriental,
El departamento de Santa Cruz, posee el futuro minero del país, creo que la próxima página de la historia de la minería del país está por empezar a escribirse en esa región oriental. De acuerdo a los datos estadísticos del Gobierno, Santa Cruz, reporta explotación y comercialización de oro como principal fuente de ingresos de Regalías Mineras para dicho departamento: sin embargo no es simplemente este el mineral que identifica a Santa Cruz, sino la variedad de su potencialidad minera es interesante, por ejemplo el tantalio que se explota por el momento de manera semiclandestina, apenas se reporta algún movimiento de dicha explotación y comercialización, sin embargo el futuro de este mineral estratégico es grande, por su costo y por su carácter estratégico, y tuviéramos que referirnos a los minerales tecnológicos o llamadas tierras raras, este artículo resultaría insuficiente para poder describir la existencia de dichos minerales estratégicos en Santa Cruz, que aún no se explotan de manera intensa y planificada. Por supuesto que no podemos olvidarnos del yacimiento de hierro más grande del mundo existente en Santa Cruz, en el Mutún, el desafío para su explotación e industrialización está ahí, en frente nuestro, es más, y la lista de posibilidades se va alargando, y es que tampoco podríamos olvidarnos de sus piedras preciosas o semipreciosas, como la única e incomparable “bolivianita” (ametrino) cuyo yacimiento se encuentra en el municipio de Puerto Quijarro.
Más al norte, no podemos obviar al departamento de Beni, que no simplemente es un departamento ganadero o la tierra de la castaña, sino también tiene una profunda vocación minera, como la explotación del oro, en los ríos amazónicos, cuyo desafío de una explotación amigable con el medio ambiente es un gran reto. Cuando hablamos del Beni inevitablemente tenemos que hacer mención al Cerro San Simón, que los españoles que lo encontraron pensaron que era El Dorado, siempre buscado y nunca encontrado, y en verdad es un seno existe mucha riqueza aurífera y de manganeso principalmente, actualmente en explotación. El departamento se encuentra dentro de la franja del Precámbrico, consiguientemente la presencia de minerales estratégicos, tecnológicos y las tierras raras cuyo futuro es innegable, se encuentran presentes en los yacimientos de dicho departamento.
También el departamento amazónico de Pando tiene riqueza mineral insospechada, la explotación de oro en el Río Madre de Dios al margen de generar ganancias, también ha generado preocupación por la intensidad en que se explota el mineral aurífero.
Oruro, el departamento minero, como es conocido tiene una variedad de minerales entre tradicionales y no tradicionales, si hacemos referencia a los tradicionales, por supuesto que tenemos que hacer mención al estaño que se explota en el Centro Minero Estatal de Huanuni, también en Oruro se explota oro, manganeso y hierro que es un aditivo que se utiliza en las Fabricas de Cemento. También en Oruro existe riqueza de minerales no metálicos como es la piedra caliza en el municipio de Caracollo, que es materia prima para la fábrica estatal de cemento ECEBOL.
Finalmente, Potosí sin lugar a dudas, configuró la identidad minera del país, inicialmente con la explotación de la plata del Cerro Rico de Potosí, luego el estaño de las minas del norte de Potosí, y ahora el zinc que se explota mayoritariamente en el megaproyecto de la Empresa San Cristóbal, y por supuesto que existen otros minerales que le han dado renombre al país, como la explotación del bismuto, el antimonio, plomo. También en territorio potosino se han advertido la presencia de minerales estratégicos como el el uranio, el cobalto. Ni qué decir de la gran potencialidad de la presencia del litio en el Salar de Uyuni que espera a gritos por su industrialización.
Como se puede concluir nuestro país es diverso en sus riquezas minerales, cada departamento tiene potencialidades por un determinado mineral, consiguientemente establecer que los Gobiernos Departamentales sólo tienen que atenerse a percibir y administrar su Regalía Minera es una posición irreal y hasta injusta, cuando los territorios departamentales, tienen que asumir el costo que implica la explotación de sus recursos minerales, como el impacto negativo en su medio ambiente.
Por eso, le corresponde al Nivel Central del Estado, efectuar las gestiones necesarias en coordinación con los Gobiernos Autónomos Departamentales, para desarrollar actividad minera en toda su cadena en cada territorio departamental.
El desafío es grande.