Noticias El Periódico Tarija

Las “mini vans» que prestan el servicio interprovincial parece de nunca acabar, se dan modos para seguir operando de donde sea a pesar de las advertencias municipales, a pesar de que se les prohibió seguir saliendo de la antigua terminal, a pesar de que no «calzaron» en la nueva y que al parecer fueron y son rechazadas por sus colegas mayores del transporte de buses. Quién puede dudar que se han convertido en un servicio necesario, más ágil, casi inmediato, para los que tienen el apuro de llegar antes, porque al ser vehículos más pequeños se desplazan a mayor velocidad, es cierto que también implican mayor riesgo justamente por ese factor, ya se han registrado muchos accidentes con pérdidas humanas.

Se debe organizar la prestación de un servicio tan sensible, pero en el caso concreto no se ha sabido ni se sabe cómo regularlo y que sea absolutamente legal, pasando por los controles respectivos con el registro de salidas y llegadas como corresponde, incluso teniendo mayor control sobre los pasajeros que lo utilizan. Lo que no se puede aceptar es que cada empresa se instale dónde mejor vea y establezca desde ahí sus puntos de partida, con ese criterio la ciudad se llenará de oficinas clandestinas y el usurario quedará desprotegido en sus derechos. Con alarma ya se ha podido notar que sí está sucediendo y que se sepa lo ediles no han hecho nada o poco. En poblaciones como Camargo, Chuquisaca, se ha construido una terminal sólo para minivans, considerando la afluencia de personas y la demanda del servicio, es de lógica pensar que en la ciudad de Tarija dicha demanda es mayor, desde aquí salen a Entre Ríos, Bermejo, Yacuiba, Villamontes, Camargo, Villabecia y Potosí. No sería disparatado considerar que en la infraestructura de la nueva terminal se adapte algo similar o se busque una locación apta que le de fluidez al tráfico de estas unidades y termine con un problema que aún no encuentra solución.

Historia aparte es si se respetan o no las medidas de bioseguridad en este nuevo tiempo… y quién se preocupa por verificar si es así o no.