AGENCIAS/AS
(Agosto, 07/2020) El Madrid saltó al césped del Etihad para entrenar en el escenario de la batalla 24 horas antes del partido (21:00 horas, Liga de Campeones). Y no volverá a ejercitarse, ha sido la última sesión. «Ya está, ahora que sea lo que tenga que ser», como el estudiante que cierra el libro el día antes del examen, así está el conjunto blanco. Fin de los preparativos, ha llegado el momento del espectáculo.
Zidane planificó una sesión muy suave para entrar en contacto con el césped de Manchester. Los agradables 24 grados que acompañaron a la sesión serán los mismos que ambientarán mañana el desangelado feudo cityzen. Clima húmedo y despejado. Algunos futbolistas, incluso, salieron al campo con sudaderas. Todos, eso sí, participaron de una rutina única, incluído Hazard, el cual tocó balón con aparente normalidad y apunta a titular. Ramos, a pesar de estar sancionado, también estuvo en la sesión.
No hubo sustos ni saltaron las alarmas, por lo que el técnico francés ya sabe de manera definitiva que sus únicas bajas mañana serán Mariano (aislado) y Sergio Ramos (sancionado). Además de James y Bale, el primero por decisión técnica y el segundo, como ha especificado en rueda de prensa, por decisión personal.
No le queda otra al Madrid que ganar marcando más de un gol para estar en la fase final de Lisboa (el 1-2 llevaría el partido a la prórroga). El camino a la Decimocuarta reclama una hazaña en el Etihad Stadium. No habrá más entrenamientos. El 26 de febrero se vieron las caras ingleses y españoles en Madrid. Mañana, 163 días después, se cerrará una eliminatoria histórica. Sólo puede quedar uno.
“No hay solución al problema de Bale”. Así de tajante se muestra una voz autorizada del entorno más directo del futbolista galés preguntado por AS. La relación entre Zidane y Bale ha ido escalando en el grado de confrontación con el paso del tiempo hasta estallar. Y lo ha hecho ahora, justo antes del partido más importante de la temporada ante el City. Esta misma fuente, que prefiere mantenerse en el anonimato, señala que Bale se negó a viajar sabiendo sobradamente que era imposible que disputase un solo minuto.
El rifirrafe entre Bale y Zidane fue recogido ampliamente en la prensa inglesa. El prestigioso The Telegraph, incluso, avanzó en primicia que “el Real Madrid admite que se equivocó bloqueando la salida de Bale a China el verano pasado”. Jonathan Barnett, su representante, había planeado una operación para llevarlo al Jiangsu Suning que colocaba a Bale como el jugador mejor pagado del mundo, pero que no dejaba ni un euro en las arcas del Madrid.
Con el tiempo (y dado el bajo rendimiento de Bale) se ha demostrado que no era un mal negocio para el Real Madrid. Bale es el jugador que más cobra de la plantilla junto a Ramos, 14,5 millones de euros limpios por temporada. A la entidad blanca le supone 30 millones por ejercicio. Tiene contrato el galés hasta 2022. De haberlo dejado ir, el Madrid se habría ahorrado una cifra cercana a los 90 millones de euros.
- Las palabras de Zidane se han tomado, como una traición por parte del entorno del jugador galés
- El entorno de Bale asegura que “le quedan dos años de contrato, es así de simple”
- En caso de marcar un gol, clasificaría el Real Madrid