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Más de 24 horas de zozobra vivieron los bolivianos luego de la renuncia de Evo Morales. La Policía pidió ayuda a las FFAA al verse rebasada

Agencias

(Noviembre 12/2019) Una larga y angustiosa noche y un día de pánico vivieron las ciudades de La Paz, El Alto y Cochabamba desde la renuncia del presidente Evo Morales, del pasado domingo.

A poco del anuncio de Morales desde el Chapare, la violencia se apoderó de barrios de El Alto y la zona sur de La Paz. Grupos de adeptos al MAS, a los que se sumaron delincuentes y vándalos, sembraron el terror entre los vecinos.

Se incendiaron casas, se saquearon negocios, se produjeron enfrentamientos con quienes intentaban proteger sus pertenencias, todo ante el vacío de poder y la escasa presencia de efectivos de la policía, que hicieron grandes esfuerzos en controlar la situación.

La casa de Waldo Albarracín, la periodista de TVU Casimira Lema y el estacionamiento de los buses PumaKatari fueron atacados por estas hordas, así como varios barrios, edificios particulares y bienes del Estado.

Más temprano, en Potosí y también en La Paz, dirigentes sindicales y exautoridades del MAS habían sufrido saqueos en sus domicilios y amenazas de muerte.

Con ese temor latente durmieron los bolivianos y amanecieron en ciudades desiertas, barrios atrincherados y rumores permanentes de ataques, muchos de ellos falsos.

La psicosis colectiva cambió drásticamente el clima festivo del día anterior, a lo que se sumó la incertidumbre de cómo se iría a resolver el vacío de poder.

Ayer por la mañana, cuando llegó desde Trinidad, Beni, la senadora Jeanine Añez, dispuesta a convocar a la sesión parlamentaria que analizará la renuncia de las principales autoridades del país y deberá resolver la sucesión constitucional, la incertidumbre y zozobra se sentían el ambiente.

 “Estamos haciendo todo lo posible por respetar el orden constitucional”, afirmó la legisladora, y dio todas las garantías para que los parlamentarios a asistan a las sesiones, A pesar de ello, no se pudo asegurar la presencia de los asambleístas del oficialismo y, más bien, en medio de la tensión, los legisladores presentes fueron instados a abandonaron la plaza Murillo ante la inminencia de la llegada de una turba enardecida que se dirigía hacia el kilómetro cero con la finalidad de tomar las oficinas de la UTOP.

Desborde

Ayer fue de inquietud, la tarde fue de terror para varios barrios de las principales de Bolivia. No se trata de sólo zonas residenciales sino de populosas  como Chasquipampa en La Paz, la zona sur de Cochabamba y varios distritos alteños.

Al grito de “Ahora sí, guerra civil” las hordas, flameando whipalas y armadas de bombas molotov, chicotes y presuntamente armas de fuego, bajaron hacia la ciudad en La Paz.

En otros barrios de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, grupos de vándalos pusieron en apronte a los ciudadanos ingresando a edificios, incendiando casas y sembrando el horror. Los vecinos hicieron vigilias y armaron trincheras; algunos fueron golpeados y amedrantados por los atacantes.

La alcaldesa Soledad Chapetón en El Alto y el candidato de CC, Carlos Mesa, sufrieron amenazas a sus casas y pidieron ayuda policial.

A este punto, la Policía empezó a verse rebasada y terminó convocando a las Fuerzas Armadas para apoyarlas en el control de la situación.

El comandante departamental de La Paz, capitán Barrenechea, solicitó al comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, una respuesta a su pedido de colaboración.

La petición fue respaldad por la senadora Añez, quien urgió a Kaliman a dar respuesta al requerimiento, lo que terminó sucediendo al final del día, cuando Kaliman aceptó y los militares salieron a las calles.

La larga y angustiosa incertidumbre no pasó, pero una luz de esperanza ayudó a los bolivianos a dormir algo más aliviados.

ElApunte

Las FFFAA salió a las calles a coadyuvar a reponer el orden

El pedido desesperado que hizo la Policía Boliviana, al sentirse rebasada por los vándalos, fue aceptado por las Fuerzas Armadas (FFAA), que desde ayer salió a las calles para realizar inmediatamente operaciones en conjunto con los efectivos del verde olivo.

El comandante de las FFAA, Williams Kaliman, pidió cordura a las turbas vandálicas, para agregar que ellos nunca abrirán fuego contra el pueblo. «Recordamos a la población que las FFAA nunca abrirán fuego contra ellas», indicó.

Por su parte, el comandante de la Policía, Yuri Calderón, informó que se están elaborando planes operativos de, manera conjunta para llevar paz y tranquilidad a la ciudadanía.