Casi dos semanas que la asamblea departamental no sesiona o trata proyectos de ley importantes para Tarija. No existe una explicación coherente de porqué sucede lo mencionado y porqué los asambleístas, este mes, ganarán la mitad de sus sueldos, como Bs. 7000.-, sin hacer prácticamente nada. Por momentos parece que no existe conciencia sobre lo que el pueblo piensa de estas situaciones, justificando en los hechos la opinión que se tiene del Legislativo y sus integrantes.
Se entiende que estamos en periodo electoral, que cada quien tiene un partido político al que responder y un candidato también, lo que no justifica el abandono casi absoluto de sus obligaciones para con la gente, la misma que los eligió para que defiendan sus intereses, no para que se rían de ella faltando a su compromiso y olvidando sus promesas.
Poco se puede rescatar de esta otra asamblea, la anterior fue igual, de ahí el desconcierto y la desilusión. Faltan pocos meses para que estos asambleístas se vayan y es frustrante que en un departamento en crisis, casi Bs. 150 millones se hayan diluido en el mantenimiento de este ente en los últimos cinco años. Más de $us 21 millones que se desvanecen en un pueblo con tantas necesidades insatisfechas. Recursos que desaparecen en manos de políticos a los que no les importa que con ellos podrían haberse atendido requerimientos muy urgentes y prioritarios, cambiándole la vida a la gente y no solo la de ellos.