Sentimos que a veces se toman a título personal nuestras alusiones,
cuando en realidad no las hacemos mirando las caras y menos los
apellidos, solo queremos llamar la atención para que no se incurra en la
misma falta porque el único que padece las consecuencias es el pueblo,
que espera que cumplan con él y se queda esperando por algo que no llega
nunca.
Cuando hablamos y escribimos sobre la priorización de necesidades que se
debe hacer, nos referimos justamente a problemas desatendidos por
décadas, no es que debamos señalar a quienes se olvidaron de
solucionarlos, la historia les pasará su propia factura, simplemente no
lo hicieron y no estamos agradecidos por esa actitud pero en el presente
a quien debemos exigirle no caer en lo mismo, es a quien funge como
autoridad, a quien tiene el poder de hacerlo, no nos importa el nombre,
solo que cumpla con el mandato ciudadano. Cuando decidimos y repetimos
que el agua potable y el saneamiento básico son prioridades no atendidas
en Tarija, lo hacemos con la solvencia de quien conoce lo qué pasa en
los barrios, lo que siente y necesita la gente. El matadero municipal
precisa de Bs.10 millones para contar con su propia planta de
tratamiento de aguas residuales, cinco más que otro polémico,
innecesario y rechazado proyecto que está en el Distrito 7 y al que no
nos vamos a referir. Qué significa lo que publicamos, que nunca se
atendieron los desechos que genera el matadero, desde siempre, echando
de todo a la quebrada Cabeza de Toro que está por detrás y desemboca en
el río Guadalquivir. Puede que la población no comprenda lo que
significa esta realidad pero habla de niveles de contaminación graves,
basta decir que la sangre de los animales que son faenados en el lugar
se va sin más, descomponiéndose con el transcurso de las horas y
convirtiéndose en una bomba de tiempo junto a otros elementos nocivos
que caen en el cauce del río, en aguas que luego sirven para regar
cultivos de productos que comemos. Hace tres años aproximadamente, el
actual alcalde anunciaba que ya se avanzaba en esa planta de tratamiento
con asesoramiento español, si no estamos equivocados, pero hasta hoy no
se tiene nada. Anuncio parecido al del abandono del botadero de Pampa
Galana, del que nada se sabe y aparentemente todo sigue igual.
Es tiempo de poner los puntos sobre la íes y definir políticas que
obedezcan a estudios serios que establezcan qué necesidades debemos
atender primero, eso permitirá ordenar los requerimientos e impedir que
nadie cambie esas directrices por simple antojo.