CULTURA COLECTIVA

Carl Jung, célebre psicólogo, le habló al mundo
acerca de la sincronicidad: «la simultaneidad de dos sucesos vinculados
por el sentido pero no de manera casual». A veces, el encuentro
inesperado con alguien puede ser el peor enemigo, en especial, cuando se
trata del amor. La sincronicidad, el destino, la suerte, como prefieras
llamarle, te sitúa en el camino de personas maravillosas que cambian tu
visión del mundo y de las cuales te enamoras sin remedio. Lo
mejor de todo es que ella o él te corresponden. Ése es el panorama
positivo, idílico y el que permite que dos almas se junten para formar
una sola. Seguro sabes de lo que hablo.
Frente a ti está la mujer de rostro perfecto, cuerpo exquisito y
pensamientos tan compatibles con los tuyos que no te puedes creer que
sea cierto. Al lado tuyo está el hombre más sensual y divertido que
jamás has conocido, el tipo que por fin te valora y te da el trato que
siempre has merecido.
Sin embargo…
A veces la sincronicidad
también se equivoca. Hace que te topes con esa persona perfecta en el
momento equivocado, el más lamentable, el menos propicio para iniciar un
romance. Tal vez no sean polos opuestos pero el dolor de saberse
lejanos, aun estando tan cerca, es una de las expresiones más dolorosas
de las relaciones sentimentales. Las razones por las que dos personas no pueden tener un futuro son tan diversas, como diversos los caprichos de la sincronicidad. Tenemos para ti algunos de ellos…
Cuando te gusta… pero tiene un estilo de vida diferente al tuyo

Ante esto hay poco o nada por hacer. Cuando dos personas mantienen un estilo de vida opuesto, la relación, a mediano plazo estará destinada a naufragar antes de llegar a tocar un puerto en común. No querrás involucrarte con una persona que, por ejemplo, tiene a su trabajo como lo más importante de su vida que no presta atención a nada más o con alguien que viaja tanto que apenas le queda tiempo para respirar, ¿o sí?
Cuando te encanta… pero uno de los dos está pasando por un momento de duelo que no los deja abrirse a otras relaciones

Las pérdidas de trabajo, una ruptura sentimental o la muerte de un familiar dejan cicatrices que tardan un tiempo en sanar. En ese periodo, tal vez tú y la persona que acabas de conocer no tengan deseos de iniciar una relación, lo cual es perfectamente normal. Dense un tiempo, tal vez no todo esté perdido. Si la sincronicidad está de su lado, quizá deban esperar a que todo se alinee.
Cuando te has enamorado perdida y alocadamente… pero tú ya tienes un proyecto personal que es más fuerte que ese sentimiento

A veces, tus sueños y los de la otra persona van hacia rumbos opuestos. Si ya tienes en mente un viaje, una larga estadía en el extranjero, una mudanza a un sitio lejano del país, deberás valorar el peso de este proyecto y lo que la otra persona tiene por ofrecerte. Será complicado hacerlo, sólo concéntrate por no tomar una decisión que te aleje de aquello por lo que tanto has luchado.
Cuando conoces a alguien que te vuelve loco… pero esa persona sigue estancada en el pasado

Todos cambiamos, evolucionamos, maduramos. Lo que hace diez años nos gustaba, hoy ha sido sustituido por otra tendencia. Lo que antes te llenaba de orgullo hacer, tal vez hoy sea un poco vergonzoso para tus concepciones de vida. Puede ocurrir que un buen día conozcas al amor de tu vida, pero que lo que ella espera de ti ya no forma parte de tus expectativas de vida ni de tu presente. No es el momento de regresar a los viejos hábitos sino de plantearle a la persona lo que eres y lo que ella está dispuesta a aceptar de ti.
Cuando esa persona te fascina… pero es demasiado joven para ti

Hay una frase en extremo trillada que dice que “para el amor no hay edad”. Es cierto… pero hasta cierto punto. La diferencia de edad no ha sido obstáculo para muchas personas al momento de empezar una relación, sin embargo, para otras sí es un factor determinante para frenar una posible relación. El problema radica en que tal vez tus ambiciones son opuestas a las de la otra persona y viceversa.
Cuando te enamoras de alguien… pero es la mejor amiga o amigo de tu pareja

Fatalidad absoluta. Una crueldad del destino. Una jugarreta del karma. Muchos se aventuran a vivir un tórrido romance clandestino, otros más conscientes se harán a un lado y tratarán de evitar u olvidar a esa persona. ¿Te diste cuenta, a través de la convivencia, de que ella o él tienen más en común contigo pero que hay una persona que los separa? Demonios, ¿qué se hace en esos casos?
Cuando conoces a la persona perfecta durante un viaje al extranjero… pero no te es posible quedarte con ella

Suena a cinta de amor pero, ¿a cuántos viajeros no les habrá ocurrido algo semejante? Conocen a la chica de sus sueños, al hombre ideal, pero la distancia, el trabajo, los planes, la vida en su país de origen les impide consumar su relación. Maldita sincronicidad. Tal vez en otro vida… ¿Te ha pasado?
Cuando caes fulminado de amor… pero la otra persona te revela algo inesperado

Te presentan con alguien, platican durante horas, te parece que nunca has visto algo más hermoso y perfecto. ¡La suerte está por fin de tu lado! Antes de despedirse le pides su teléfono para quedar de nuevo mañana o lo más pronto posible, sin embargo, te frena en seco al decirte que la siguiente semana contraerá matrimonio. Digno para quebrarse toda la vida.
Carl Jung menciona que las coincidencias no existen. Ojalá
no existiera tampoco el dolor por desamor, ese demonio inesperado,
tormentoso y ácido que nos da muchas lecciones para la vida. Acerca de
ello, te podemos dar algunos consejos para enamorar a alguien que le tiene miedo al compromiso y también te podemos revelar las cosas que debes vivir con tu pareja antes de que conozca a tus papás, en caso de que ya estés en una relación seria.
Referencia
Fundación UNAM