CULTURA COLECTIVA
Cinco fueron las respuestas más repetidas que los pacientes terminales de un hospital le dieron a la misma enfermera, justo antes de regresar a sus hogares para pasar sus últimos días junto a sus familiares. «Las personas crecen mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad», afirmó la mujer que por años cuidó a un gran número de personas que sabían no había nada que hacer contra el hecho de morir. Todos ellos experimentaron, de manera distinta, una cadena de emociones cambiante e intensa: negación, miedo, ira, remordimiento, tristeza y arrepentimiento.
Cada uno expresó cuáles eran las decisiones, los momentos y las experiencias de las que más se arrepentían. Sólo fueron 5 las que se repitieron con constancia y entre ellas estaba la de no haber sido capaces de expresar sus sentimientos con y hacia la persona que más amaron.
Este error es más común de lo que imaginamos; no atrevernos a decir «te quiero», a pedir perdón o a dejar ir el orgullo para estar con quien deseamos son parte de las razones por las que muchas parejas terminan o, peor aún, por las que las personas ni siquiera logran compartir un solo momento con alguien especial. De manera contraria, todas aquellas acciones –pequeñas o grandes– que nos lastiman u ofenden, son las que también demuestran qué tanto nos quiere o le importamos a la otra persona. Es decir, nadie que quiera una relación seria con nosotros haría algo de lo que probablemente se arrepentirá en algún momento. Por ejemplo:
–
Demostrar su interés únicamente a través de las redes sociales (likes, inbox o comentarios que nunca salen del mundo digital).
–
No sólo se preocupará por responder tus mensajes, siempre intentará ser él quien se comunique primero contigo.
–
Suponer que te gustaría que te acompañe a tu casa si es tarde o que pase por ti si tiene la posibilidad de hacerlo, simplemente te dirá que lo hará porque le importas.
–
Preguntar si te molesta que mientras conversan use su celular todo el tiempo, pues si quiere compartir tiempo contigo no tendrá la necesidad de mirar su smartphone cada cinco minutos.
–
Nunca te hará saber que tuvo que elegir entre otro plan y tú, ya que si está pensando en algo serio buscará la forma de demostrarte que eres su prioridad sin alardear.
–
Hablar de sus exparejas porque no te querrá hacer sentir insegura, sino especial y única para él.
–
Interrumpirte mientras le cuentas algo personal o difícil de compartir para ti; no importa cuánto tardes ni qué tan lúgubre sea tu historia, si quiere formalizar algo, te escuchará atentamente.
–
Sobrepasarse con el contacto físico es algo que jamás se arriesgaría a hacer quien busca algo serio contigo. Sabe que si tú decides esperar un tiempo antes de acercarte íntimamente, él debe respetarlo.
Compararte con otras mujeres porque simplemente no necesita hacerlo y, además, sabe que es una falta de respeto para la mujer con quien quiere compartir toda una etapa de su vida.
Comprender y desear una relación libre, inspirada en la autonomía y construida sobre una base de confianza, es el panorama ideal. Sin embargo, confundir libertad con indiferencia, dejar de intentar para comenzar a ignorar y olvidar lo que significa amar para sólo fingir es un error que no sólo terminará con cualquier relación, sino que lastimará a las dos partes de manera importante. Existen muchas cosas que nadie que quiera algo serio contigo haría, pero de nada sirve identificarlas si tú no quieres aceptarlas por miedo a quedarte solo.