Noticias El Periódico Tarija

ABI

El ministro de la Presidencia, Juan Ramon Quintana, afirmó el martes que el denominado «impuestazo», que pretendía ser implementado por el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa, en febrero de 2003, fue un «asalto a «mano armada» a la clase obrera de boliviana.

«El impuestazo era un asalto a mano armada a los obreros que ganaban poco, a los que se les había congelado el salario y a los que no tenían futuro económico», puntualizó al recordar ese trágico episodio que vivió la población boliviana el 12 de febrero de 2003, que se saldó con la muerte de 36 personas y 200 heridos.

Quintana afirmó que el «impuestazo» fue el «quiebre, el punto de inflexión y el momento de mayor crisis» del modelo neoliberal que dejaba a los empleados bolivianos en la «calle, sin salarios y sin protección del Estado».

«El impuestazo se produjo en un contexto de desactivación económica, de desesperanza social, de crisis política profunda y de desencanto de la ciudadanía por el viejo sistema de partidos y así fue como ocurrió este terrible enfrentamiento entre militares y policías», remarcó a la Red Patria Nueva.

A su juicio, ese modelo neoliberal estaba administrado por un sistema de partidos corruptos, antinacionales, que solo querían saquear los recursos naturales en complicidad con las empresas extranjeras.

Dijo que el modelo neoliberal del que Sánchez de Lozada y Carlos Mesa fueron los «mejores alumnos» convierte a un país sólo en un gran mercado, abre las fronteras para que se los pobladores consuman todo lo que se produce en el extranjero.

Aseguro que el objetivo último del neoliberalismo es la destrucción del Estado, para que la ciudadanía quede indefensa, porque no hay institucionalidad que lo proteja, que lo resguarde de los abusos de ese mercado.

Para Quintana, el enfrentamiento entre policías y militares, tras el «impuestazo» de 2003, «fue la expresión máxima de la crisis del Estado», tomando en cuenta que ambas entidades son el núcleo de la seguridad de un Estado.

«Esa crisis de Estado (…) y esa crisis le dijo al país que ese modelo era inviable porque lo único que estaba haciendo es cultivar muertos pobreza hambre y desprotección de la sociedad», refrendó.