EL COMERCIO
La tormenta Florence desplegaba su furia en la costa atlántica de Estados Unidos, con fuertes vientos y lluvias torrenciales que dejaban varios muertos y «catastróficas» inundaciones con cientos de personas atrapadas que equipos de rescate buscaban socorrer.
Las autoridades confirmaron al menos siete muertos, entre ellos una mujer y su bebé, que fallecieron al caer un árbol sobre su casa en Carolina del Norte, uno de los estados más golpeados por la tormenta junto a Carolina del Sur.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó en su boletín de las 09H00 GMT que «Florencese debilita lentamente a medida que entra en el este de Carolina del Sur pero causando inundaciones catastróficas en Carolina del Norte y del Sur»
«Esperamos varios días más de lluvia», dijo en tanto el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. Precipitaciones de esta intensidad ocurren «una vez cada mil años», agregó, pronosticando más inundaciones por el desborde de ríos la próxima semana.
En confluencia de los ríos Neuse y Trent, con una crecida mayor a tres metros, la ciudad turística de New Bern, de unos 30.000 habitantes, sufrió inundaciones súbitas que dejaron atrapadas a centenares de personas.