Cultura Colectiva
Si quieres ser más inteligente, debes esforzarte. La inteligencia no es algo estático; se va nutriendo y depende de ti. Sí, existe un factor genético, pero eso es sólo uno de los múltiples elementos que te van convirtiendo en una persona inteligente, y por eso existe diversidad en los niveles de inteligencia.
Cada uno de nosotros es una persona única, una amalgama de material genético heredado que es afectada por influencias externas. Cada persona posee un conjunto único de material genético que produce variaciones en las capacidades, que a su vez se basan en su interpretación de las experiencias del entorno. Y al ser seres en constante proceso de transformación, es equivocado decir que una persona es inteligente (o más inteligente que otra).
Julián De Zubiría, consultor en educación de la ONU Colombia, afirma para BBC Mundo:
Quizás en otro siglo se pudo entender, pero hoy no es así. No es un concepto simple. En la vida no hay gente que sea o no sea inteligente, sino que hay gente que se va volviendo más o menos inteligente según tenga más o mejores padres, maestros y medios culturales enriquecidos.
Según De Zubiría, una persona tiene una condición inicial genética y física y luego va adquiriendo las diferentes inteligencias (porque existen diversos tipos), y el entorno tiene mucho que ver con eso; por este y otros factores, se considera que hay personas más inteligentes que otras.
¿Qué es mejor: nacer inteligente o nutrir la inteligencia?
Hoy, los psicólogos reconocen que tanto la genética como el entorno juegan un papel determinante en la inteligencia. Actualmente, los estudios se centran en definir exactamente cuánta influencia tiene cada factor. Los estudios señalan que entre el 40 y el 80% está relacionado con la genética, lo que sugiere que puede tener un papel bastante importante, pero no definitorio.
Un niño puede nacer con genes brillantes, pero si ese niño crece en un entorno desnutrido y no tiene acceso a oportunidades educativas, es posible que no obtenga buenos puntajes de IQ.
Además, según un estudio del Centro Nacional de Información de Biotecnología de Estados Unidos (NCBI), otros factores biológicos como la edad materna, la exposición prenatal a sustancias nocivas y la malnutrición prenatal también pueden influir en la inteligencia. Se sabe que los primogénitos enfrentan mayores expectativas de los padres, por lo que tienden a desarrollar un mayor nivel de inteligencia racional.
¿Es importante ser inteligente?
Los expertos coinciden en que la inteligencia racional y lógica, que suele medirse con el IQ, no es determinante para el éxito en la vida.
Esa mide poquísimas cosas. Las inteligencias aplicadas a los problemas cotidianos son las decisivas en la vida. No quiero decir que la inteligencia o que las pruebas no tengan valor. Pero tampoco hay que sobrevalorarlas.
Si bien existen diferentes tipos y niveles de inteligencia, en general es un concepto que está sobrevalorado. La compasión, la comprensión, la ternura y la honestidad quizás sean valores que pueden ponerse por delante (o que forman parte también) de la inteligencia.