La Razón
Tres días antes de que lo mataran a cuchilladas en el patio del penal de máxima seguridad del país, el recluso Víctor Hugo Escóbar Orellana, alias ‘Oti’, contó a su hermana que recibía amenazas y que sabía que intentarían quitarle la vida.
Oti, quien a fines de marzo fue trasladado del penal cruceño de Palmasola al de Chonchocoro, en La Paz, murió la tarde de este martes con 14 puñaladas propinadas por reclusos encapuchados, lo que reabrió el debate sobre la seguridad en los centros penitenciarios.
Chonchocoro es el penal de máxima seguridad en el país y allí fallecieron ya varios reclusos, entre ellos tres que fueron llevados desde Palmasola por su alta peligrosidad, entre ellos Escóbar Orellana.