El Comercio
Los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, hicieron historia en el hotel Capella de la isla de Sentosa en Singapur, lugar en el que se reunieron durante más de tres horas en una cumbre en la que dieron muestras de optimismo y acordaron trabajar hacia la completa desnuclearización de la península coreana, mientras que Washington se comprometió a garantizar la seguridad de su viejo enemigo.
El comunicado conjunto firmado por ambas partes al final de su histórica cumbre en Singapur dio pocos detalles sobre cómo se lograría la desnuclearización, pero Trump hizo algunos comentarios en una conferencia de prensa.
«Creo que esto es el preludio para una maravillosa paz», afirmó Kim Jong-un durante la reunión. «La reunión ha sido realmente fantástica. Ha habido muchos avances», agregó Donald Trump.
Singapur. Los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, hicieron historia en el hotel Capella de la isla de Sentosa en Singapur, lugar en el que se reunieron durante más de tres horas en una cumbre en la que dieron muestras de optimismo y acordaron trabajar hacia la completa desnuclearización de la península coreana, mientras que Washington se comprometió a garantizar la seguridad de su viejo enemigo.
El comunicado conjunto firmado por ambas partes al final de su histórica cumbre en Singapur dio pocos detalles sobre cómo se lograría la desnuclearización, pero Trump hizo algunos comentarios en una conferencia de prensa.
«Creo que esto es el preludio para una maravillosa paz», afirmó Kim Jong-un durante la reunión. «La reunión ha sido realmente fantástica. Ha habido muchos avances», agregó Donald Trump.
Los dos gobernantes se reunieron desde las 09:00 a.m. del martes (08:00 p.m. del lunes en el Perú) ante la mirada atenta de unos 5.000 periodistas ‘in situ’ y el mundo entero, que sigue la cumbre desde diversas plataformas.
Corea del Norte se ha comprometido a desnuclearizarse mientras que Estados Unidos ha ofrecido al régimen de Pyongyang «garantías de seguridad», según recoge el acuerdo firmado en Singapur por los líderes de los dos países.
El documento señala que los dos países se comprometen a cooperar para desarrollar nuevas relaciones y para «la promoción de la paz, la prosperidad y la seguridad».
«El presidente Donald Trump se compromete a ofrecer garantías de seguridad a la DPRK (siglas en inglés de República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte), y el presidente Kim Jong-un reafirmó su firme e inquebrantable compromiso para la desnuclearización de la península de Corea».
Donald Trump y Kim Jong-un se dieron este martes un histórico apretón de manos. Esta imagen simbólica y hasta hace poco inimaginable, tras décadas de tensiones provocadas por las ambiciones nucleares de Pyongyang, marcó el inicio de una cumbre de gran importancia para Asia y el mundo.
Los dos hombres, de recorrido y estilos radicalmente distintos y con más de 30 años de diferencia, se estrecharon la mano durante varios segundos y se dijeron unas palabras, con el semblante serio, ante una fila de banderas de sus países respectivos, en un hotel de lujo de la isla de Sentosa, en Singapur.
Tras esa escena observada por millones de personas en todo el mundo, ambos líderes se reunieron en una sala, donde mantendrán un encuentro a solas con sus intérpretes.
«Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda», dijo Trump, sonriendo junto a Kim. Por su parte el líder norcoreano reconoció que «no había sido fácil» llegar hasta aquí. «Los viejos prejuicios y prácticas fueron obstáculos en nuestro camino hacia adelante pero los superamos todos y hoy estamos aquí», aseguró.
La reunión, trató la posible desnuclearización de Pyongyang, es la primera entre mandatarios en ejercicio de ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra Corea (1950-1953), y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.
Pero, a pesar del espectacular acercamiento diplomático de los últimos meses, persisten numerosas incógnitas respecto a la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un.