Noticias El Periódico Tarija

La industria textil y los comerciantes que deciden apostar por productos nacionales, son altamente afectados por la proliferación de tiendas de ropa americana en el centro histórico de la ciudad

LORENA PÉREZ/BOLINFO/TARIJA

(elPeriódico, junio 07/2018) La ropa usada no solo puede encontrarse en las ferias que son realizadas de lunes a lunes en diferentes barrios de la ciudad, ahora, es encontrada en tiendas establecidas en el centro histórico de la ciudad.

La propietaria de una boutique de lencería “Shirley’s Lencería” y representante de la marca E&E, Shirley Linares Yañez, lamentó que la comercialización de ropa usada en las principales calles del centro de la ciudad, está afectando a los empresarios “terriblemente”.

“Estamos todas energúmenas porque el alcalde de Tarija, Rodrigo Paz, dio vía libre a que las señoras que venden ropa usada ingresen al Casco Viejo, es una vergüenza, los turistas preguntan dónde pueden comprar ropa nueva, siendo duramente criticados por ellos”, lamentó.

Linares, al tener contacto con turistas que llegan a la ciudad, aseguró que cada vez que ingresan a su tienda, señalan que no pueden creer que Tarija esté plagada de ropa usada en pleno centro de la ciudad.

Las ventas disminuyeron de gran manera en las principales tiendas de ropa nueva en el centro de la ciudad, Linares, señaló que incluso, en esta zona comercializan lencería usada y la gente también compra este tipo de prendas íntimas.

“La gente dice que no hay circulante económico, pero salen de las ventas de ropa usada, con bolsas negras llenas de prendas, ni si quiera son de escasos recursos, todas las que se hacen llamar ‘jailonas’ van a comprar en estas tiendas”, reveló.

El argumento de las personas que compran ropa interior, según Linares, es que las prendas tienen etiquetas, pero, ya pudo comprobarse, que las mismas son elaboradas en imprentas locales y luego son colocadas a las prendas a medio uso.

“Los riesgos que corre una persona que usa ropa interior son diversos, se pueden contagiar de hongos, incluso conocí a una amiga que se contagió de eso en los pies, tuvo que hacerse un tratamiento de casi un mes por utilizar prendas usadas en esta área del cuerpo”, contó.

La representante de la marca E&E en Tarija, afirmó que no pueden entender “cómo la autoridad municipal”, dio luz verde para llenar el centro de la ciudad con tiendas de ropa usada y en el peor de los casos, ropa íntima.

“Nos quiere tirar al piso a las empresas, nosotros pagamos porcentajes a la Alcaldía, a la renta, facturamos y ahora el Registro Obligatorio de Empleadores (ROE) para que nos traiga a la competencia de lado a lado, en cada cuadra hay una tres tiendas de ropa usada”, reprochó.

Por su parte la diseñadora y confeccionista de ropa tarijeña, Valeria Angelo, decidió abrir su empresa en la calle La Madrid apostando por la economía tarijeña; sin embargo, este objetivo se hace difícil debido a que las tiendas de ropa usada están “matando” la industria nacional.

“Somos pequeños empresarios que apostamos por el progreso de Tarija, no solo al crear a una empresa y generar empleos, sino también sacando adelante la mano de obra local”, aseguró.

Angelo, indicó que las tiendas de ropa usada en el centro de la ciudad, son una competencia única por sus precios y por los materiales que en Bolivia no se tienen.

La Alcaldía, promueve el autoempleo y al sector productivo, pero, al otorgar licencias de funcionamiento a este tipo de tiendas, está “matando” al sector empresarial, aseveró la empresaria.

“Vamos a tener que cerrar empresas, la gente que se está capacitando en confección sin tener un mercado, tendrá que dedicarse a vender ropa usada que ahora es el boom en Tarija”.

La propietaria de la boutique “Roses & Clothes” ubicada en la calle Colón, Rose Mary Ponce, dijo que no es adecuado que las tiendas de ropa usada se encuentren a unos metros de la plaza principal.

“No sé cuál es la labor de la Alcaldía y del Sedes, en cuanto a la venta de esta ropa, por ser poco o nada garantizada para preservar una adecuada salud, aparte de ser una competencia desleal, porque los impuestos con seguridad son ínfimos, si es que los cubren”, reprendió.

Ingresos que no circulan en la ciudad

Los ingresos que se generan a raíz de la venta de ropa usada, según la propietaria de Shirley’s Lencería, Shirley Linares, no se quedan en el departamento, debido a que las comerciantes de este sector, en su mayoría, no son tarijeñas.

“Una cliente mía que es de Santa Cruz, está terminando de construir su casa en un año y medio con los ingresos que generan sus tres tiendas de ropa usada en el centro de la ciudad, ella no compra nada aquí, solo viene a vender, gastando el dinero de las chapacas en Santa Cruz”, aseguró.

Precios accesibles y tentadores

La ciudadanía generalmente busca lo más barato y accesible, afirmó la comerciante de lencería, Shirley Linares; sin embargo, esta población, debería pensar en los riesgos a los que se somete en cuanto a la salud, al usar estas prendas.

Sobre este tema, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lanzó una alerta en la gestión 2015, para que las personas no compren ni se pongan ropa usada de importación, porque puede estar contaminada con virus, ácaros, piojos y bacterias causantes de enfermedades tan graves como dermatitis, tiña, sarna o gonorrea.

Las tiendas de prendas usadas, optaron por reflejar sus precios sumamente económicos con cartulinas en las puertas de sus tiendas, precios desde los Bs 5 a los Bs 150, pudiendo evidenciar en estos comercios.

Empresarios se organizan

Según la empresaria que cuenta con su tienda en el centro de la ciudad desde hace unos 12 años, Shirley Linares, los propietarios de tiendas de prendas nuevas ubicadas en el centro de la ciudad, determinaron tomar acciones ante esta situación.

“Mandaremos una carta al alcalde de Tarija, pero siempre que vamos a buscarlo, está ocupado, hay que pedir audiencia para que de aquí a unos 15 días te atienda, entonces, veremos de contratar un abogado que se encargue de esto y tome acciones en contra de la Alcaldía”, advirtió.

Los propietarios que cuentan con un negocio de ropa nueva en el centro de la ciudad, aseguran que las personas que venden prendería usada, son libres de hacerlo, pero no deberían comercializar este tipo de productos, que generalmente ingresan por contrabando en pleno centro de la ciudad.

“Tienen ferias de domingo a domingo, pueden vender estas prendas en los barrios donde se hacen las mismas, poco falta para que se pongan a vender en plena plaza Luis de Fuentes y Vargas”, criticó la empresaria.

Linares, señaló que en el caso de la boutique Martha Lugo, que se encontraba ubicada en la calle La Madrid, tuvo que “escapar” de esa vía, debido a que ahí se instalaron unas 10 tiendas de ropa usada.
“Le dije a la propietaria que se venga a esta cuadra, que es de cinco estrellas y no hay tiendas de ropa usada, se vino un lunes y a la siguiente semana, abrió una venta de ropa americana al medio de las nuestras”, suspiró. Refirió que aquella comerciante, supuestamente “minorista”, administra otras tres tiendas.

Los empresarios pidieron al alcalde de Tarija, Rodrigo Paz Pereira, ordenar la ciudad y que los comerciantes de estas prendas se mantengan en las ferias de los barrios y no así en el Casco Viejo de la ciudad porque estas empresas están “muriendo”.

Régimen Simplificado

Al ingresar a las tiendas de ropa usada en el centro de la ciudad, puede constatarse que la mayoría de estos negocios, se encuentran en el régimen tributario simplificado; sin embargo, los alquileres en el centro de la ciudad, tienen un costo mínimo de Bs 4 mil.

“En esta cuadra -calle General Trigo- los alquileres están en unos Bs 5.400 y aquí al lado, hay una tienda de ropa usada, pero están en el régimen simplificado”, dijo una empresaria.

Según la diseñadora tarijeña, Valeria Angelo, incluso el Gobierno Nacional trató de normar y prohibir la venta de ropa usada en el país, pero no tuvo éxito.

“Lamentablemente, no pudieron manejar este tema, nosotros como sector textil, estamos muy preocupados y la verdad, nos sentimos con las manos atadas, porque ni el Gobierno Nacional o Departamental nos apoya”.

Las licencias de funcionamiento se otorgan de forma “abierta” según Angelo, y estas tiendas no facturan al ser del régimen simplificado.

Al respecto, el director de Ingresos de la Alcaldía, Marcelo Calle Aparicio, aseguró que esta dirección otorga las licencias de funcionamiento de acuerdo a la función y el servicio que brinda cada comercio.

“No vamos a verificar si la ropa es usada o no, hay una ley que faculta los requisitos que se deben presentar para obtener la licencia de funcionamiento, no es que se entrega a diestra y siniestra”, afirmó.

La licencia para esta actividad comercial, especifica la venta de ropa; pero no si es usada o nueva, la instancia que debe verificar el ingreso al departamento de estas prendas, es la Aduana Nacional, aclaró Calle.

“Si detectamos que se hizo un mal uso de la licencia de funcionamiento, notificamos y posteriormente se clausura, por lo que si alguien tiene una denuncia, puede hacerlo a esta dirección o a la instancia que corresponda”, aseveró. (eP).

elAPUNTE
Retos de un empresario que apuesta por la venta de ropa

La representante de la marca colombiana “Seven7” en Bolivia y que ahora cuenta con sucursales en diferentes departamentos, Claudia Benítez, aseguró que posicionar una marca nueva, en cualquier lugar es complicado, sobre todo en el mercado nacional, que le pone tantos “peros” al empresario privado.

Seven7, al tener el plus de la horma de sus prendas, logró cautivar relativamente rápido el mercado; pero, “no deja de ser complicado competir contra el contrabando, la ropa china y la usada, especialmente con los precios”, argumentó.

Benítez, explicó que comercializar ropa usada en Bolivia, es algo común y que desde niña evidenció esta situación, pero en otros países, como pudo observar ella, este fenómeno, si se logra ver, se maneja con “muy bajo perfil”

“Nunca vas a ver en otros países, por lo menos los que visité, competencia de ropa usada contra la nueva en negocios que estén en la misma zona, o en la misma cuadra, mucho menos, que las autoridades permitan que se comercialice la ropa usada a precio de ropa nueva”, afirmó.

losDATOS
En Tarija, según el dirigente de los comerciantes de ropa usada, Ricardo Nuñez, son tres asociaciones de vendedores de estas prendas, las que suman un total de 1.500 personas registradas hasta el 2017

Buenas Vibras Bolivia, una plataforma que apuesta por la industria nacional
La directora de Buenas Vibras Bolivia, una plataforma digital que promociona lo hecho en Bolivia y bolivianos en el mundo, Danitza Guzmán, aseveró que la venta de ropa usada afecta de gran manera a la economía nacional

“Es un conjunto de involucrados de la cadena productiva del sector textil, son afectados diseñadores, costureras, bordadores, patronistas, personal del área pública y privada”, admitió

Guzmán, explicó que la venta de ropa de segunda mano, debe tener un control, pero en el sentido de limitar los espacios que se destinen para comercios y que no afecten el libre tránsito de las personas, debido a que la venta de estas prendas, va más allá, como el “controlar que se limite el ingreso desde frontera”

Indicó que las ventajas de comprar ropa nueva, recaen en que el cliente, sabrá que su producto es desarrollado en Bolivia y que con ello, está generando un movimiento económico en su región