Como en toda gestión que tiene raíces políticas hay quienes la miran con distintos ojos, estarán los detractores por naturaleza y los que la aplauden por igual razón, seguro que cada una tiene sus luces y sombras porque es ejecutada por personas, falibles, que se equivocan. Adrián Oliva es gobernador del departamento de Tarija poco más de dos años y de hecho que ha tenido errores y también aciertos, ni siquiera dentro del mismo equipo la fiesta va en paz porque su aliado Luis Alfaro apareció para cuestionarlo, habrá que ver si sigue siendo aliado después de eso.
A Oliva se le han planteado muchas observaciones de todo orden pero lo que no se le puede desconocer es que el pilar de su gestión es la construcción de carreteras o por lo menos tramos camineros, asfaltados y señalizados, que integran regiones que no son parte de la red fundamental de competencia nacional, es decir, aquellas que siempre se quedaron al margen de la atención de todos. Imagínese que aún en pleno siglo XXI no podemos terminar tramos de esa red fundamental, peor aún concebir que localidades y comunidades que quedaron a trasmano cuenten con un acceso con asfalto y todas las facilidades que este da, no sólo para que la gente vaya y venga con más comodidad sino también para que pueda llevar sus productos hacia los mercados urbanos. La carretera inaugurada este último martes tiene 35 kms de longitud, la más larga hasta ahora, integra Ircalaya- El Puente- La Verdiguera, y de alguna manera sirve para vincular Tarija, Potosí y Chuquisaca.
Es el octavo camino que se entrega en poco más de dos años y sin duda que no se puede pasar por alto, más allá de lo que se pueda decir o insinuar, esta ahí y le sirve a la gente, si hay sospechas de irregularidades o falta de transparencia es otra cosa, se tendrá que investigar pero no se puede discutir la efectividad por lo menos en esta área, siempre delicada y compleja por las dudas sobre las licitaciones y porque es el Servicio Departamental de Caminos el que ha jugado un rol fundamental en la concreción de obras de esta envergadura.
Lo malo se lo observa, lo bueno se lo destaca, debemos hacerlo y saludar emprendimientos de esta naturaleza, diciéndole al gobernador que vele por el respeto a las leyes, la lucha contra la corrupción y la transparencia en el manejo de los recursos públicos, elementos esenciales a cuidar para celebrar la satisfacción que estos proyectos proporcionan cuando son bien ejecutados.