A veces porque en la práctica es cotidiano y casi normal, pensamos que así debe ser y que no hay porqué cuestionar nada, es sin duda una visión equivocada más si se trata de bienes públicos o estando en función pública.
Las últimas denuncias sobre el uso de vales de combustible por parte de un ex asambleísta departamental tocaron la fibra de una realidad en nuestras instituciones, sobre algo que se viene haciendo desde siempre pero que por alguna razón estuvo ahí, de pleno conocimiento de todos pero sin ser revelado públicamente. El disponer de recursos públicos como si fueran nuestros, aunque sea a través de vales, destapa un hecho irregular que raya la ilegalidad con todas sus consecuencias. No se trata de que sea poco dinero, no importa el monto, es la actitud de usar y abusar de lo que es de todos como si fuera propio. Ahora se suma una nueva y lamentable denuncia sobre el supuesto uso de un vehículo oficial por parte de la misma autoridad para asuntos privados o personales, habrá que demostrarlo por supuesto, se presume la inocencia sobre la culpabilidad, pero esta sindicación ya está en manos de la fiscalía departamental y la habría planteado un ex chofer que supuestamente fue obligado a seguir las órdenes del Sr. Freddy Castrillo e incluso habría sido amenazado si no cumplía con ellas. Con lo complicado que está el Secretario de Hidrocarburos por los vales de Setar, con esto más su futuro se lo ve muy incierto y oscuro.
Pero tampoco se puede «satanizar» a esta autoridad, se repudia lo hecho y deberá ser investigado y sancionado como corresponde pero en una edición anterior publicamos desde este matutino, casos de mal uso de vehículos oficiales. Recordaremos que una autoridad de educación fue sorprendida en un motorizado recogiendo a sus hijos del colegio, hay quienes lo ponen a disposición de la esposa y hasta se hace el mercado aprovechando las circunstancias. Como dijimos, es algo que sucedió, sucede y esperamos que ya no suceda. Ojalá no se utilice a Castrillo como un chivo expiatorio y más bien sea el gobernador el que instruya aplicar las sanciones más duras a quienes se aprovechen de la cosa pública. Urgen decisiones de Adrián Oliva, se le pueden estar escapando de las manos asuntos muy sensibles que si se siguen presentado socavarán los cimientos de su gestión, la gente repudia el abuso y la corrupción, una vez que estos conceptos se instalan es casi imposible revertirlos.