Cada quien tiene su forma de ver y evaluar cada situación, lo cierto es que es imposible tapar el sólo con un dedo, insistir en eso nos complica más y seguro los resultados no nos serán favorables.
El escándalo desatado por el uso de vales de combustible de Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) por Freddy Castrillo cuando se desempeñaba como Asambleísta Departamental, hoy Secretario de Hidrocarburos, va tomando otros ribetes, no por nuevos elementos que hacen públicos los denunciantes, el Directorio de Setar, sino por las inéditas apariciones y explicaciones del aludido. En la primera, cuando la denuncia se publicó en el matutino «el Periódico», hablaba de que las mismas eran «cortinas de humo» que pretendía tapar hechos más grandes y graves que habían sido revelados por la Gobernación, ese argumento recibió un rechazo generalizado porque casi todos coincidieron que en vez de descalificar al mensajero, lo que Castrillo debía haber hecho era explicar si lo denunciado era cierto o no. Eso no sucedió.
En vez de pensar en una salida más imaginativa e inteligente, quienes asesoran al Secretario de Hidrocarburos lo guiaron mal, pues en una entrevista con EL NOTICIERO de Canal 15, reconoció que sí había usado los vales… que Mario Gutiérrez, nombre que figura en esos vales no tiene nada que ver (aún no se sabe quien es), que personalmente los utilizó y que efectivamente recargó combustible en su propia vagoneta. Hasta ahí parecía que Castrillo se auto incriminaba reconociendo su culpabilidad pero luego, éste sostuvo que lo hizo amparado en un artículo e inciso del reglamento de la asamblea legislativa que establece, de manera general, que autoridades e instituciones deben cooperar con quienes ocupan el cargo de asambleistas en sus diferentes tareas. La interpretación que le dan quienes asesoran al Secretario, y que le hace equivocarse otra vez, diría que sí es válido que se haya tomado y usado los vales para fiscalizar en vehículo propio ante la carencia de motorizados en la asamblea, Castrillo afirma que usó varias veces su vagoneta para poder seguir trabajando. Además que el pedido de ayuda (entiéndase vales) fue de carácter verbal, o sea no hay un papel siquiera, y Setar se la proporcionó, no se sabe si en esta empresa hay un registro de quien utiliza esos vales y cuando.
El error radica en que se quiso justificar un acción muy cuestionable y, porque no, a decir de muchos, ilegal. Además se intentó minimizar el hecho diciendo de que quienes lo denunciaron deberían ocuparse de investigar qué pasó en la gestión de Lino Condori, como si el que se haya cometido la misma o peor irregularidad, sirviera para dejar pasar o entender la presente. Lo uno y lo otro está mal, debe ser investigado y sancionado de acuerdo a lo que diga la ley, lo supuestamente más grave de antes no le quita responsabilidad a lo supuestamente menos grave de ahora. Mala salida la de Castrillo o de quienes le dieron que diga eso.
Lo cierto es que el Gobernador Adrián Oliva debe darle un giro de timón de inmediato a su gestión, que comienza a verse muy afectada por denuncias de corrupción por compras o contrataciones menores, caso consultorías en la Dirección de Comunicación, el caso folder y ahora este caso de los vales de combustible. Se criticó mucho el uso dispendioso de recursos en conceptos similares, que se habría hecho en la anterior gestión pero parece que se está cayendo en lo mismo y si no se corrige, puede socavar seriamente los cimientos de una administración que quiso mostrarse limpia y transparente pero que comienza a mostrar grietas por donde le entra mucha agua.