Por: Roberto Balderas Espinoza
La ciudad de Villa Montes está plagada de lugares que representan distintos momentos de la Guerra del Chaco.
Donde fungían campamentos, actualmente son patios de casonas militares, los lugares de reuniones de los oficiales donde se elaboraban y discutían las estrategias, tácticas y maniobras, son en la actualidad recintos para eventos culturales y deportivos.
Los espacios verdes, cerca de las pocas edificaciones durante la guerra, tienen las huellas del pasado en su suelo y ahora son las bases para las casas donde habitan las familias de los uniformados que cumplen con sus destinos correspondientes, o que definitivamente decidieron afincarse en esta tierra llena de gloria y valor.
Uno de esos lugares, es donde se encuentra el simbólico Algarrobo, bajo cuya sombra la mañana del 12 de junio de 1935, se firmó el armisticio que daba fin a la guerra, que se llevó la vida de más de cincuenta mil combatientes bolivianos y treinta y cinco mil paraguayos.
Aquel Algarrobo, que es una especie nativa de la zona y representa junto al Quebracho Colorado lo más genuino del Chaco en cuanto a flora, fue testigo de ese momento, que pasó a la historia de ambos países.
Ante la mirada atenta de los oficiales que representaban a los países testigos de la firma: el General Pifa de la Argentina, el General Fuentes de Chile, un delegado norteamericano y delante de decenas de oficiales bolivianos y paraguayos, firmaron el documento de paz, por Bolivia el General Peñaranda y por Paraguay el Gral. Estigarribia.
Cuando ambos máximos oficiales de sus respectivos ejércitos se dieron la mano y juntos levantaron el documento mostrándolo a los presentes, se escuchó primero un murmullo, luego expresiones que se convirtieron en gritos de júbilo.
El intercambio de abrazos llenos de emotividad y palabras entrecortadas por el llanto, generó un espíritu de esperanza, para no equivocar más el camino de dos países hermanos.
Aquel Algarrobo, símbolo natural de ese histórico momento, fundamental en la historia de Bolivia contemporánea, se encuentra en un recinto militar que sirve para el esparcimiento cultural y social de los oficiales y sub oficiales de la Tercera División Militar acantonada en Villa Montes.
El resaltar los símbolos que generan estos lugares con sus componentes, es de vital importancia, para revalorizar los alcances de las acciones realizadas que forman parte de la memoria colectiva y de las páginas gloriosas de nuestra historia.