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El registro histórico de la época colonial relativo al establecimiento de una ruta para vincular ambos océanos, se remonta al año 1538 después del fracaso de la expedición de los “Chunchos”, cuando los hermanos Pizarro encomiendan a Pedro Candía dirigirse al territorio de los Pedro Anzurez para fundar la ciudad de la Plata en el territorio de los Charcas, etnia indígena que habito la región del actual Departamento de Chuquisaca. El encargo incluía “… ver si por allí se podría encontrar con mayor éxito que las dos veces anterior tres a los Mojos y Chunchos”. Los objetivos de los conquistadores eran: atravesar el macizo de Charcas, penetrar por las “aguas de Tarija” para ir a la conquista de los chiriguanos y ver si por allí se podría abrir camino al rio de La Plata (Actual Argentina), orillando el Pilcomayo y el Bermejo para constatar cuál de las dos arterias era más viable para establecer una comunicación entre Charcas el río de Soliz. (Rio de La Plata).

Veinticinco años después, mediante Cédula Real de 10 de diciembre de 1563, el Rey Carlos V encomendó a la Real Audiencia de Charcas la exploración y navegación del río Pilcomayo hasta Asunción del Paraguay y estableció que este río y el territorio circundante estaba dentro la jurisdicción de la Real Audiencia.

Posteriormente la exploración del río Pilcomayo como ruta para vincular Tarija con el Atlántico se registra en el siglo XVI, en el año 1721, por el P. Gabriel Patiño que partió desde Asunción navegando el Pilcomayo hacia el norte en un buque a vela asistido por indios de la zona, quedando varado por obstáculos de los bañados (barro y arena). La memoria oral guaraní denominó a estos bañados como “Los valles de Patiño”. La segunda prueba se registró el año 1741, veinte años después de la exploración del P. Patiño y estuvo a cargo del P. Castañares, siguiendo la ruta de su predecesor, siendo asesinado por los salvajes en el km. 175 del recorrido; finalmente el tercer intento aconteció el año 1785 cuarenta y cuatro años después, la cual fracasó ante la imposibilidad de vencer los pantanos y ciénagas en los esteros de Patiño. Es importante destacar que a estos intentos fallidos, se agrega el mandato de la corona española emitida al Capitán Ortiz de Zarate para navegar el Pilcomayo hasta Asunción, orden que no fue cumplida por la muerte del conquistador español.

En ese escenario se comprende la determinación del Virrey Álvarez de Toledo desde Lima para organizar una campaña contra los chiriguanos y consolidar un trayecto de agua desde el Pilcomayo hasta el Paraguay y Buenos Aires, así como un camino de tierra desde Potosí hasta Buenos Aires. Esta ofensiva estuvo compuesta a través de tres frentes, Gabriel Loayza desde Chuquisaca y Santa Cruz, Juan Ortíz de Zarate en el Parapetí y el propio Virrey Toledo en el Pilcomayo. La chiriguanía impidió este propósito respondiendo de manera eficaz a través de la guerra guerrilla, defendiendo y expulsando de su territorio a los conquistadores.

Otro intento notable fue emprendido por el francés Jules Crevaux was a French doctor, soldier, and explorer.Jules Crevaux, médico, soldado y explorador, conocido por sus viajes de exploración al continente americano. Este intrépido francés en el año 1882 manifestó su intención de explorar el río Pilcomayo, siendo sacrificado por los chiriguanos en su intento.

El 26 de enero de 1882 se promulgó el “Plan de Gobierno para iniciar y promover el adelanto del territorio del Departamento de Tarija”, por el Presidente Narciso Campero y entre sus objetivos estratégicos consideraba llegar al Atlántico desde Tarija por el río Pilcomayo y el río Paraguay. A esto se agregan la expedición Magariños en 1843 para consolidar el territorio del Chaco y estudiar la posibilidad de navegabilidad del Pilcomayo, Enrique Van Nivel en 1844, las misiones a cargo del Cnel. Manuel Othón Jofre en 1872 y del Cnel. Andrés Rivas, Daniel Campos y el francés Arthur Thouar en 1883.

El establecimiento de una ruta para vincular Tarija con el rio Paraguay y el Atlántico, tiene su origen desde la propia concepción de la conquista territorial del sur instruida por la corona española y posteriormente en la época Republicana, fundamentalmente como consecuencia de la perdida de las costas del Pacifico como resultado de la guerra con Chile. El registro documental establece que todos los intentos fueron fallidos, debido a factores geográficos, interculturales, económicos y políticos, entre los más principales.

El registro histórico de la época colonial relativo al establecimiento de una ruta para vincular ambos océanos, se remonta al año 1538 después del fracaso de la expedición de los “Chunchos”, cuando los hermanos Pizarro encomiendan a Pedro Candía dirigirse al territorio de los Pedro Anzurez para fundar la ciudad de la Plata en el territorio de los Charcas, etnia indígena que habito la región del actual Departamento de Chuquisaca. El encargo incluía “… ver si por allí se podría encontrar con mayor éxito que las dos veces anterior tres a los Mojos y Chunchos”. Los objetivos de los conquistadores eran: atravesar el macizo de Charcas, penetrar por las “aguas de Tarija” para ir a la conquista de los chiriguanos y ver si por allí se podría abrir camino al rio de La Plata (Actual Argentina), orillando el Pilcomayo y el Bermejo para constatar cuál de las dos arterias era más viable para establecer una comunicación entre Charcas el río de Soliz. (Rio de La Plata).

El topónimo “Pilcomayo” deriva del quechuapishqu: pájaro, mayu: río, es decir “río de los pájaros”, la denominación guaraní, araguayo o araguaý  que significa: ará: loroguaý: río; es decir, “río de los loros”, o bien ara: cieloguáey: agua, “agua del cielo”. El rio Pilcomayo, nace en Vilcapugio, provincia Porco del Departamento de Potosí, abarca 15.900 km2 dentro el Departamento e integra a los subsistemas de los ríos San Juan del Oro en 2.907 km2 (18%), Pilaya en 2.615 km2 (16%) y Pilcomayo en 10.378 km2 (65%). Cubre grandes áreas de Bolivia, Argentina y Paraguay, con una superficie de 80.500 km2 en Bolivia y 5.500 km2 en la Argentina. La cuenca del Pilcomayo en la Cordillera Oriental está desarrollada en un relieve alto y abrupto por donde los ríos se desplazan abriéndose paso en forma encajonada con taludes pronunciados y gradientes longitudinales de los causes como los ríos San Juan del Oro, Camblaya, Tomayapo y Paicho.