Todas las irregularidades deben ser denunciadas y si son cometidas en función pública, sometidas a la justicia, ya dijimos que la reacción del gobernador Adrián Oliva ante la situación de Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) era extemporánea después de dos años de tener decisión plena y absoluta sobre el destino de la empresa, no hay como se justifique eso, no hay como se pueda decir que no se sabía lo que pasaba ahí, salvo que le escondan las cosas al gobernador o que él no conozca qué pasa en su propia gestión.
Se denunció a un dirigente sindical de Bermejo por estar supuestamente pagando montos risibles por el servicio eléctrico y gozando de otras prerrogativas, se debe ir más allá de la denuncia y aplicar la ley, que no sea como otras que se hicieron desde la administración de Oliva y quedaron en nada, «mucho ruido y pocas nueces». Pero supuestamente dicho dirigente hacia lo que hacia desde el año 2012, ¿ ahora nos quieren decir que recién se enteraron después de haber estado designando gerentes, cambiando personal, incorporando a otros, etc?, se debe dejar de lado las bombas de humo que distraen y realmente atacar el cáncer que afecta a Setar, con la lógica que se está procediendo es sólo seguir haciendo más de lo mismo sin plantear soluciones reales o por lo menos, sinceras. Nos preguntamos qué vendrá después, tal vez otra denuncia parecida que nuevamente distraerá a la gente y seguiremos con los cobros excesivos, la mala facturación, el pésimo servicio, las más que dudosas adquisiciones… y Setar seguirá tal cual, pero cuando por estas actitudes se la exponga a la intervención, otra vez se gritará a los cuatro vientos que una fuerza externa monstruosa quiere tocar el patrimonio de los tarijeños cuando somos los propios tarijeños los que nos hemos estado «farreando» ese patrimonio y lo peor de todos es que no todos lo hemos estado haciendo, sólo unos cuantos de tiempo en tiempo.
Ahora un «audio» filtrado a través de las redes sociales, involucra al Gobernador con supuestas licitaciones manipuladas en Setar, claro que se habla de Oliva pero de ahí a que realmente haya estado o esté vinculado a hechos irregulares, hay una buena distancia. No basta un decreto y un discurso para mostrar voluntad y decisión de transparentar y luchar contra la corrupción, si esat autoridad recién se enteró lo que sucede desde el 2012, guardemos la esperanza que el 2019 se entere de lo que está pasando ahora en su gestión y trate de ponerle coto aunque sea ya de salida, dejando el cargo o buscando su reelección.