Noticias El Periódico Tarija

Nayú Alé de Leyton.

La cuaresma tiene sus raíces en la tradición bíblica, el número 40 era sinónimo de prueba, de búsqueda, de purificación, de superación, etc.
El mismo Jesús en sus inicios de su vida pública, estuvo 40 días en el desierto.

Para las primeras comunidades cristianas era un tiempo  fuerte de oración, de reflexión, pero sobretodo de preparación de los “Catecúmenos” (nuevos creyentes) que iban a recibir el bautismo en la vigilia pascual.

Es tiempo de reflexión, de ofrecimiento, de volver a amar.
Es tiempo fuerte que nos acerca a una realidad espiritual personal.
Es tiempo de purificación, de limpiar nuestras conciencias.
Es tiempo en el que debemos situarnos frente a Dios y reconocer que somos pecadores, es el espacio que necesitamos todos, para buscar la paz en la reflexión.
Es tiempo de silencio que sigue después del bullicio y la euforia del carnaval.
Es un espacio que debemos aprovechar para acercarnos al Señor, alivianar nuestro espíritu y ofrecer algo para purificarnos.

Cuaresma es el espacio que nos da la iglesia y nos muestra tres caminos: La penitencia o sea el ayuno, la oración y la limosna.
La oración, es acercarse y dialogar con Dios.
La penitencia, es la postura de quién por haber ofendido, sabe que está en deuda.
La limosna o caridad, es ser solidario. ¿Sabes a quién ayudas cuando lo haces con amor? a aquél que dijo “Lo que hicisteis por uno de mis hermanos mas pequeños a Mi me lo hicisteis”

Todo esto no pueden ser actos pasajeros en nuestra vida, sino deben ser una actitud espiritual que perdure tanto como la vida.
Este tiempo de cuaresma debe ser de preparación para llegar gozosos a la pascua de resurrección.

Pero veamos que nos dice la Biblia sobre los sacrificios, ayunos, limosnas que los creyentes ofrecen a Dios.
En Isaías (58 – 6 – 11) “¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo”.

“Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán en tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano.”
“Si en tu casa no hay mas gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas; si das al hambriento lo que deseas para ti, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad se volverá como la claridad del mediodía.”

Creo que está claro lo que nos pide el Señor, en todo tiempo, amor a El y a los hermanos.
Tratemos de vivir en esta cuaresma practicando la justicia, buscando la paz y dando amor, de esta manera mereceremos lo que el Señor nos ofrece, El nos guiará en todo momento nuestros pies no tropezarán, El será para nuestras vidas como manantial de agua inagotable.
Tratemos entonces de ser coherentes entre lo que creemos y entre lo que vivimos.