Noticias El Periódico Tarija

Cnl. DESP. Oscar Remberto Gutiérrez Linares.
Abogado, Maestría en Resolución y Negociación de Conflictos Sociales. Con amplia trayectoria, en unidades investigativas de la Policía Boliviana.
La seguridad objetiva hace referencia, a cifras exactas, al índice estadístico que mide los actos delictivos que se cometen en una ciudad o parte de ella. Transmite una sensación real, medible y, por lo tanto objetiva. Es decir, ofrece una imagen que pretende ser fidedigna del nivel de seguridad (o inseguridad) existente. Sin embargo, es importante resaltar que no siempre estos datos que se basan en un gran porcentaje en las denuncias que tiene la policía y el Ministerio Público, son fidedignos, ya que no podemos soslayar lo que se conoce como las “cifras negras de la criminalidad”, delitos que por muchos factores no se denuncian, por ejemplo, la falta de credibilidad en las instituciones de persecución penal, falta de tiempo para ir a denunciar, etc.
En lo que se refiere a la inseguridad subjetiva, la literatura científica viene abordando este fenómeno a través del constructo denominado “miedo al delito”, como parte de dicha sensación subjetiva, encontrando que las tasas objetivas de delito no siempre concuerdan con la percepción de la ciudadanía. Los trabajos más recientes conciben el miedo al delito como la combinación de una estimación del riesgo de victimización, de naturaleza cognitiva, con una respuesta emocional que deriva, al menos en parte, de la anterior (Foster., 2013; Lorenc., 2012).
Esta sensación subjetiva tiene como base las características personales, relacionales y ecológico-ambientales que se contextualizan de manera diferente en cada persona el proceso de interpretación de los riesgos potenciales y experiencias de victimización. Precisamente, las situaciones de victimización tanto de manera directa como indirecta, a través de la victimización de un familiar o amigo, incrementan el temor a los delitos.
En este punto es necesario mencionar que en ausencia de experiencias personales, la fuente esencial de información son las noticias de los medios o incluso la rumorología sobre victimizaciones. De modo que resulta ineludible mencionar el importantísimo papel de los medios de comunicación en la configuración de la percepción de inseguridad, con un tratamiento del delito a menudo sensacionalista; aunque el peso explicativo se comparte con las variables individuales, situacionales y ambientales previamente mencionadas.
Como podemos mejorar esta sensación subjetiva? En principio debemos entender y atacar las verdaderas causas de los delitos y no las manifestaciones o los efectos de éste. La pobreza, el alcoholismo, drogadicción, falta de empleo, familias disfuncionales, etc. Debemos entender que es un trabajo coordinado con varias instituciones, que van desde mejorar los servicios básicos, iluminación pública, centros de recreación sana, hasta mejorar los niveles de los servicios de seguridad de la policía. Todo este conjunto de acciones se conocen como Criminología ambiental y su relación con los delitos de oportunidad, de los cuales profundizaremos en otra oportunidad..