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Matías Sosa. Tarija
El padrón electoral biométrico, a partir del año 2006 al 2019 registra cierta cantidad de personas habilitadas para votar, existiendo una enorme diferencia en comparación al registro del 2019 al 2020. A esto se suma, nuevamente se volvió a suspender la Transmisión de Registros Electorales Preliminares (TREP), es por esto que la ciudadanía tiene cierta incertidumbre de lo que sucederá en las elecciones sub nacionales de este domingo 7 de marzo.
En Bolivia el 20 de octubre del 2019, se realizaron las elecciones nacionales; dónde salió victorioso por cuarta vez consecutiva la elección presidencial el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP), con el 47.08%, sin embargo, este movimiento no gano realmente en las urnas.
Cuando faltaba por computar 2,6% de los votos, se cayó el sitio que informa el escrutinio definitivo en Bolivia. “Error 1020. Acceso denegado. ¿Qué ha pasado? Este sitio web utiliza un servicio de seguridad para protegerse de los ataques en línea”, señaló el mensaje que apareció durante una hora aproximadamente, en la página de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), pero una vez que volvieron a transmitir el escrutinio, sorprendentemente el candidato a la presidencia Evo Morales, lideraba con 10 puntos de ventaja, esto causó molestia y duda de las elecciones.
Esta irregularidad desató conflictos y enfrentamientos en todo el país, ya que se estaban manipulando los datos del TREP. Las elecciones del 2019 fueron sometidas a una auditoria realizada por la Organización de los Estados Americanos (OEA), confirmando en su último informe que existieron más de 200 irregularidades en el proceso electoral, de tal manera esas elecciones fueron anuladas, debido al fraude confirmado.
Sin embargo, en el año 2020 para poder subsanar la molestia y la desconfianza de la población. Se posesionan nuevas autoridades electorales y se realizó un “saneamiento del padrón”.
El periódico EL DEBER en la edición del 2 de marzo publicó que: “durante la gestión presidencial de Jeanine Áñez, el Servicio General de Identificación Personal (SEGIP) buscó contrastar el padrón del Tribunal Supremo Electoral con sus datos, para reducir la posibilidad de que se genere un fraude electoral en las elecciones generales de octubre de 2020, pero un intercambio de cartas al que tuvo acceso EL DEBER confirmó que el ente electoral no aceptó hacerlo, y para ello se respaldó en su independencia y en otros temas legales. Ninguna autoridad del TSE aceptó una entrevista para explicar este tema. Pero, presentó a EL DEBER dos cartas de descargo, en las que el SEGIP le remitió el 18 de marzo y el 30 de junio, material de “contrastación de registros».
Por consiguiente, el mismo año, a un día de las elecciones presidenciales, el TSE suspende al TREP que es la encargada del conteo rápido de los votos, y lo reemplazaría por el Sistema de Difusión de Resultados Preliminares (DIREPRE), “que hasta ahora nadie sabe cómo funciona, si la empresa existe, o a quien se pagó esos millones para contratar tal empresa” aseguró el jurista Virginio Lema.
Por otra parte, en el informe del 2019 la OEA indica claramente que el TSE debe “Incorporar al TREP y al sistema del cómputo oficial técnicas de digitación anónima, que permitan garantizar que, al momento de ser procesados los datos por el personal no se pueda tener conocimiento del partido o el candidato a que se está realizando la digitación”, “Garantizar que las instalaciones para el procesamiento de los resultados del TREP tengan las condiciones adecuadas, previendo que el sitio pueda acomodar a todo el personal que tiene funciones relacionadas al TREP”.
A pesar de las recomendaciones de la OEA para tener elecciones limpias e íntegras para las elecciones del 2020. Estas no se ejecutaron o pusieron en acción, como consecuencia las improvisaciones fueron parte del TSE para llevar a cabo las elecciones del 18 octubre del 2020, donde salieron victoriosos nuevamente el partido político del MAS, con Luis Arce Catacora a la presidencia, con un 55.01%; Carlos Mesa con 28.8%; y Fernando Camacho con 14%, quedando en duda estas elecciones debido a que en las pre encuestas realizadas por el CIESMORI (empresa de la industria de investigación), donde sus indicadores señalaban a una segunda vuelta, estos resultados causarían nuevamente la movilización de la población en algunos sectores de Bolivia y una oposición dividida manifestándose, posteriormente se fueron revelando algunos datos que apuntaban a un nuevo fraude.
El jurista Virginio Lema y el abogado Roger Martínez, fueron algunos de los muchos activistas, que presentaron documentación y solicitaron una investigación al Órgano Electoral Plurinacional (OEP) y la solicitud de una auditoria externa por la OEA. A esto se suma la vocal del TSE Rosario Baptista solicitando la investigación de una supuesta “existencia de un bloque de data alterno o -servidor externo-”, donde en los próximos días Baptista indicaría que “su primer mensaje hacia la OEA se distorsionó política y mediáticamente”; sin embargo, todas las solicitudes y la pruebas presentadas al TSE fueron negadas rotundamente por el presidente Romero indicando que “las elecciones fueron limpias”. Pero el dato más curioso que se presentó para ser investigado, era que: aparentemente existe una “sobrepoblación de votantes habilitados”.
A partir del año 2006 cuando el ex mandatario Evo Morales Ayma toma posesión de la presidencia en Bolivia. Las personas habilitadas para votar anualmente crece sorprendentemente. Hacemos una comparación con el ultimo saneamiento del padrón.

Fuente: Base de Datos Políticos de las Américas (2005)
Fuente: Órgano Electoral Plurinacional (2019)
Fuente: Página SIETE (2020)

Los nos indican que en 14 años la población habilitada para las elecciones del 2019 creció en un 99.3%.
Es decir, el padrón electoral en los años 2006 – 2019 (14 años) creció un total de 3.644.212 personas habilitadas para votar, eso quiere decir que anualmente 260.301 personas, aproximadamente fueron habilitadas en el padrón electoral biométrico.
Si comparamos el último registro del 2019 -2020, tan solo se registran un total de 17.561 personas habilitadas.
“En los últimos procesos electorales, o ‘quizá’ desde hace unos 12 años atrás, se han estado suscitando eventos irregulares en las elecciones, la cual crea cierta incertidumbre en la población, y personalmente yo no confió en el órgano electoral, desde el fraude comprobado en el 2019. Por otro lado, la OEA había pedido una ‘auditoria plena’ al padrón electoral el año 2020, y eso no lo hicieron, a la vez el TSE nos negó información del Padrón electoral, para hacer una investigación; entonces, algo se está ocultando, pero en estas elecciones sub nacionales nosotros somos los únicos garantizadores de tener unas elecciones limpias, controlando y supervisando nuestro voto, ¿Cómo? Haciendo control electoral, sacándole una foto al acta de gobernación y acta de alcaldía de su mesa electoral, así formamos nuestro propio padrón. Y que gane el mejor”. Indicó Lema

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