Autor: Prof. Raul Anachuri Bravo
La educación de los estudiantes en los niveles del Sub-sistema de Educación Regular se ha puesto a prueba en la gestión 2020, a consecuencia de la crisis epidemiológica que vivimos y enfrenta grandes desafíos para la gestión 2021.
La educación no es tarea únicamente en las aulas, la labor educativa de maestros y maestras tiene un impacto en los estudiantes que va más allá de las actividades netamente curriculares, se ejerce influencia en los y las estudiantes, tanto por los conocimientos que se imparte como así también por la convivencia diaria con los estudiantes bajo nuestra responsabilidad, todos los actores involucrados en educación, que de manera conjunta deben aportar con herramientas y lineamientos claros para que el trabajo en la educación sea de calidad y como merecen los estudiantes; la amenaza de la enfermedad COVID-19 ha puesto en evidencia la capacidad de maestros y maestras, el interés de los y las estudiantes, de padres y madres de familia de dar continuidad a los estudios.
Si bien es cierto que se ha identificado la necesidad de contar con mecanismos que facilite a maestros y maestras impartir clases a distancia, de manera virtual o por otros medios como la radio, la televisión; también es importante el apoyo de padres y madres de familia o tutores en el acompañamiento sus hijos e hijas para que puedan cumplir a los diferentes procesos educativos.
Los cambios abruptos por los que atravesamos todos durante la cuarentena rígida, han puesto en evidencia la necesidad de identificar y aplicar mecanismos que nos permitan a todos poder sobrellevar el estrés provocado por estos cambios aunado a la amenaza constante de una enfermedad que aún no se ha logrado controlar y continúa diezmando a la población. Estrategias metodológicas que deben ir direccionados a la Comunicación entre estudiantes, se torna en una herramienta que puede ser canalizada mediante actividades relevantes como pasar clases, realizando las tareas asignadas por los maestros y maestras, comunicarse con los compañeros y compañeras de grado, aun si fuera sólo vía telefónica o por otros medios tecnológicos, les permitiría mantener de manera más los vínculos de amistad a los que se encontraban habituados, toda vez que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, con ello, estaríamos dando continuidad a los procesos formativos educativos con nuestros estudiantes.
Es importante que además de velar por mantener la calidad en la educación, se tenga cuidado de tomar en cuenta la realidad de las escuelas en los diferentes contextos, es evidente también las grandes diferencias existentes en todos los aspectos. Un aspecto de gran relevancia ante la coyuntura actual, es la dotación de herramientas tales como computadoras o internet en las escuelas, que se constituyen en gran apoyo para dar continuidad a los procesos formativos, y de esta manera minimizar el perjuicio por la presencia del COVID-19 en nuestro medio.
Por lo tanto, las maestras y maestros, los padres y madres de familia y autoridades involucradas ahora más que nunca debemos mostrar compromiso con nuestra importante labor de educar, la tarea es proporcionar cierta normalidad en el desarrollo de las actividades curriculares de los alumnos, identificar los instrumentos para que el currículo educativo sea tan significativo como solían ser y de esta manera contribuir también al bienestar emocional de nuestros estudiantes, precautelando el cuidado y la seguridad de todos y todas, con medidas protocolares de bioseguridad, acorde a estos difíciles momentos por los que estamos atravesando todos los habitantes del Estado Plurinacional de Bolivia.