Noticias El Periódico Tarija

El ambiente se viste de nostalgia para unos y alegría para otros. Se respira otro aire, se perciben otras sensaciones, las calles están llenas, las gentes caminan por doquier, es fin de año en Tarija, estamos cerca de Navidad y sin duda que se la vive de una manera muy especial. Como que dejamos los problemas de lado, hacemos una pausa, intentamos relajarnos, ya tuvimos muchos meses tensos de preocupaciones y no es que estas hayan cesado, están ahí, pero las adormecemos por unos días para estar mejor, para pasarla mejor. Las familias se reúnen, algunas después de cierto tiempo, otras después de mucho tiempo, en el reencuentro hay lágrimas al principio que luego se transforman en risas y felicidad, las mismas que volverán a ser tristeza en la despedida, es ley de vida, por eso hay que aprovechar al máximo lo poco que se podrá compartir, cargarnos de amor para tener reservas cuando nuevamente la distancia nos separe de los que queremos.

Caminando por la ciudad nos vamos envolviendo en ese clima tan peculiar. En las plazas, en los parques, en las fachadas de edificios públicos y de viviendas particulares, las luces nos recuerdan que ya se vive la Navidad, fiesta linda, de paz y amor, de buenos deseos… de gastos enormes… una fiesta que no es la misma para todos, una fiesta mercantilizada, porque todos no pueden comprar igual, porque para muchos en eso se convirtió, en solo comprar y regalar… pero no todos la pasan igual, porque la crisis golpea pero no con la misma intensidad a todos. Lo cierto es que de alguna manera para quienes menos tienen y pueden, los arreglos y las formas de hacernos vivir estos días, son suficientes para llenar sus corazones, simples, sencillos, tanto que con un sólo paseo, con una vueltita a la plaza, se llenan de alegría, porque descubrieron que la Navidad no significa regalos ni compras caras, la Navidad es algo mucho más profundo, su significado es sublime y va más allá de las religiones o de lo que cada quien crea, es el nacer de la esperanza, es ver una luz en el camino para ir sorteando los problemas, es mirar el mañana con buena fe y optimismo, es tener la capacidad de trasmitir todo eso a quienes más lo necesitan y llegar hasta sus mismísimos corazones.