Noticias El Periódico Tarija

Este 2020 es para el olvido aún dida alguna. Las razones sobran y es un año en el que el invierno pasó desapercibido, no se sintieron temperaturas extremas como en otras ocasiones, más bien fue demasiado agradable para la estación que tocaba vivir y la sabiduría de la naturaleza no puede estar en tela de juicio, en lugares como el que vivimos cada estación se justifica plenamente. Se escucha decir que el tiempo esta loco pero con seguridad que los seres humanos «lo volvimos» loco con nuestros malos y dañinos hábitos de irrespeto total al medio ambiente.
Según explican los profesionales en salud, este invierno débil es una de las causas por las que la ciudad de Tarija corre el riesgo de verse invadida por los zancudos, porque el frío no los exterminó, aunque sea temporalmente, y continuaron reproduciendose, porque las temperaturas les fueron favorables. Las quejas de los vecinos se hacen evidentes a través de los medios de comunicación y las redes sociales, claman por ayuda ya que se ven impotentes para enfrentar lo que casi es una plaga, desde diferentes barrios, desde el centro de la ciudad, los reclamos suman y siguen. Más allá de las molestias que significa su presencia, existe el riesgo de contraer enfermedades que pueden ser transmitidas por estos insectos, más todavía con las altas temperaturas que sentimos en esta especie de «primavera veraniega», en el imaginario de la población aparecen los fantasmas de dolencias como el dengue y la chikungunya. Ya vimos el año anterior que los casos de dengue sumaron miles en Cercado, igual que en el Chaco y Bermejo, donde en la época caliente del año los números aumentan de manera preocupante.

Urge una acción coordinada entre el municipio y las entidades del ramo que permita controlar este fenómeno que tiene mayores proporciones que en otras ocasiones y como siempre, hacemos énfasis en la educación de la población, trabajo a cargo de las autoridades, para que sepa qué hacer para prevenir la propagación de zancudos y otros insectos, además de las tareas de fumigación de toda la ciudad que se requieren. Consideramos que situaciones como la que soportamos son previsibles si se presta un poco más de atención al comportamiento del clima y las temperaturas, para anticiparnos y prepararnos adecuadamente. Lo complicado es que siempre reaccionamos cuando el problema ya está encima.