En momentos como este, lo que menos necesita Bolivia, es más incertidumbre y no saber hacia dónde va. La pandemia ya nos sumió en una pantano así y la inestabilidad política y económica peor aún.
El pueblo boliviano cumplió su deber democrático este 18 de octubre, después de dos intentos frustrados. Un proceso electoral lleno de medias verdades o medias mentiras. La jornada transcurrió con tranquilidad, en paz, sin mayores sobresaltos… el problema llegó después, cuando se esperaban los resultados, cuando el pueblo esperaba saber quién ganó la elección o si había una segunda vuelta y…. lo peor de todo, es que seguimos así, igual, sin saber.
El Tribunal Supremo Electoral se convirtió en el ente fabricante de incertidumbre pues cerró la jornada con menos del 2% de los votos contados, nada. Lo extraño es que se fue limitando la información y el presidente Salvador Romero, pidiendo confianza a la población y garantizando transparencia. El 2019, el detener abruptamente el conteo rápido fue parte del principio del fin del gobierno de Evo Morales. Este 2020 no hubo conteo rápido, no hubo avance en los resultados parciales y tampoco hubo los datos a boca de urna de las empresas encuestadoras contratadas por distintas redes de televisión. No hay una explicación lógica para este último punto, las encuestadoras de borraron y los canales no dieron explicación alguna. Antes, a las 20:00 horas del día de la elección ya sabíamos lo que había pasado o lo que pasaría, este 2020 definitivamente es muy distinto, la imagen del órgano electoral se comienza a desportillarny las redes sociales comienzan a hablar.
Todo se entendería si es que se dieran razones coherentes, desde eliminar el conteo rápido justo un día antes de la contienda electoral, hasta lo que sucedió el mismísimo domingo. Imaginar algo similar el año pasado habría significado el derrumbe total de la democracia pero hasta ayer, todos guardaban silencio, hasta los del MAS. Lo que sí es seguro, es que seguiremos esperando, ¿ hasta cuándo?… nadie sabe, tal vez solo el Tribunal Electoral… parece un juego… sí…una broma… que sume a Bolivia en esa incertidumbre que la hunde irreversiblemente.