Noticias El Periódico Tarija

Fuente: REUTERS

¿Qué puede salir mal?

Esa es la propuesta presentada por “DeFi”, o finanzas descentralizadas, plataformas de criptografía ‘peer-to-peer’ que permite realizar transacciones financieras de crédito sin los guardianes tradicionales de los préstamos: los bancos.

Una fórmula que se ha disparado durante la crisis del coronavirus.

Los préstamos en estas plataformas se han multiplicado por más de siete desde marzo, hasta alcanzar los 3.700 millones de dólares, según la página web de DeFi Pulse, mientras los inversores buscan beneficios en un momento en que los bancos centrales de todo el mundo han recortado los tipos de interés para apuntalar las economías afectadas por la pandemia.

Los defensores de esta práctica aseguran que los portales DeFi, que funcionan con un código abierto que fija las tasas en tiempo real basándose en la oferta y la demanda, representan el futuro de los servicios financieros, proporcionando una forma más barata, eficiente y accesible para que personas y empresas accedan y ofrezcan crédito.

Pero con la promesa de grandes recompensas viene el riesgo.

Abogados y analistas afirman que esos portales son vulnerables a los errores de codificación y a los piratas informáticos, que la mayoría de ellos no han sido sometidos a prueba y que no están regulados, algo típico en gran parte del sector de la criptografía, que desconfía del establishment financiero.

Los críticos advierten que la tecnología podría ser la próxima burbuja en el mundo de la criptografía, similar a la de las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO por sus siglas en inglés), con los inversores inexpertos en particular riesgo.

En 2017, miles de millones de dólares se destinaron a las ICO, con las que las empresas reunieron capital emitiendo nuevas monedas virtuales. La mayoría de los proyectos no lograron ganar tracción, y muchos inversores perdieron su dinero.

“Se trata de experimentos en finanzas”, dijo Preston Byrne, del bufete de abogados Anderson Kill, en Nueva York.

“No son necesariamente legales en muchos casos, pero eso no quiere decir que no puedan llegar a serlo”, añadió.

En cualquier caso, el DeFi está creciendo en popularidad.FOTO DE ARCHIVO: Las representaciones de la moneda virtual Ethereum en esta foto ilustrativa, 3 de febrero de 2018. REUTERS/Dado Ruvic

Hace siete años, Brice Berdah soñaba con retirarse con 30 y tantos años. Calculó lo que necesitaría para ahorrar: “La cantidad exacta era de 1,7 millones de euros”.

La realidad, sin embargo, echó por tierra sus planes. Las bajos tipos de interés hicieron que sus ahorros se estancasen.

“A los 27 años, sólo había ahorrado alrededor del 0,5% de la cantidad requerida”, dijo Berdah, que trabaja en una empresa dedicada a las creación de carteras digitales para almacenar monedas digitales. “Fue un fracaso obvio”.

Para resucitar su sueño, Berdah, ahora de 28 años, ha recurrido al DeFi.

“Ahora estoy usando DeFi, he reajustado mis planes de retiro”, dijo Berdah, con sede en París, que ha apostado el 90% de su patrimonio neto al DeFi. “Los retornos son de alrededor del 20-25% en los últimos seis meses … Ahora sí estoy en el camino”.