Noticias El Periódico Tarija

Circular en un motorizado en Tarija es un caos, casi no existe rincón que no esté invadido por vehículos de todo tipo… autos, camionetas, vagonetas, jeeps, buses, motos, etc… saturan nuestras avenidas y calles, su presencia altera la tranquilidad de viejos tiempos, son un mal necesario dirán algunos y otros instan a usar la bicicleta como medio de transporte, olvidando que Tarija no está pensada para quien quiere hacerlo, es sumamente riesgoso, peligroso.

En especial, en horarios pico son las rotondas las que se han convertido en un cuello de botella, han sido rebasadas en su capacidad y ya no cumplen con su función de distribución, por el contrario, hoy por hoy complican este mecanismo tan necesario en lo que a ordenar el tráfico se refiere. Hay momentos en que nadie avanza, ingresan a ellas desde diferentes calles y ya no son aptas para darle fluidez a los motorizados que circulan por la ciudad.

Hay quienes consideran que las rotondas son parte de un diseño y planificación del siglo pasado, que ya no ayudan en la dinámica actual de urbes en crecimiento vertiginoso como ocurre con Tarija. Apuestan por los pasos a desnivel que son muy útiles pero de costos y complejidades inmensamente mayores, un claro ejemplo es Santa Cruz, conocida por sus anillos y rotondas, las que hoy van siendo dejadas de lado y suplantadas por modernas estructuras que le da ese toque de metrópoli, al margen de coadyuvar en la descongestión vehicular.

Es urgente tomar medidas y decisiones al respecto, está claro que las rotondas no son parte de la solución en nuestro caso, por lo menos como están planteadas. Es necesaria una nueva visión de ciudad.