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Fuente: Marca.com

de Liga en España que se suman a los ya ganados anteriormente: dos Supercopas de España, tres Champions League, dos Supercopas de Europa y dos Mundial de Clubes. Un palmarés que le sitúa entre los entrenadores más grandes.

El argentino Marcelo Bielsa no colecciona tantos títulos como el francés (está cerca de lograr algo parecido a un título ascendiendo al Leeds United a la Premier), pero su carrera es respetada por todos los entrenadores del mundo. El ‘Loco’ es un técnico que siempre deja huella y sus equipos son atrevidos y valientes. Una clase de Bielsa merece la pena para cualquier futuro entrenador.

Eso pensó Zidane, cuando dirigía al Real Madrid Castilla (segundo equipo del Madrid), y estaba viajando a diferentes equipos para conocer su metodología. Uno de esos viajes le llevó en 2014 hasta su Marsella natal, donde en el Olympique de Marsella estaba dirigiendo Bielsa.

Es un monumento vivo del fútbol. Lo veo más como una estatua que un ser vivo. Que el señor Zidane me escuche a mí fue inolvidable»

Bielsa, sobre Zidane

El rosarino tuvo unas palabras amables con Zidane, en un encuentro que recogieron las cámaras del equipo francés. Bielsa conversó con Zidane y le comentó que «al final del entrenamiento puedo explicarles el procedimiento. No lo vean como algo vanidoso, pero ya que están aquí… «. El argentino le explicó al actual entrenador del Real Madrid cómo analizaban una derrota contra el Mónaco.

Zidane siguió con atención cada explicación de Bielsa y sonrió por ese tiempo que pudo dedicarle el entrenador argentino. Esas explicaciones demuestran una enorme admiración de Bielsa hacia Zidane, por lo que fue como futbolista, antes de convertirse también en un entrenador de leyenda. «Es un monumento vivo del fútbol. Lo veo más como una estatua que un ser vivo. Que el señor Zidane me escuche a mí fue inolvidable. Cada vez estaba más concentrado, aunque al principio costó. Zidane ejerce este poder inhibidor sobre un hombre común. Es indescriptible», dijo el ‘Loco’ sobre esa visita de Zidane. Un recuerdo inolvidable.