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Redacción Central/Bolinfo/Tarija(elPeriodico-Mayo 19-05-2020)El presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) en el Departamento de Tarija, Pascual Velásquez, hace evidente que emitieron un voto resolutivo varios días atrás, en el que se plantea puntualmente lo que les está afectando, en particular por la cuarentena por el coronavirus. En tal documento se exige a las autoridades se de agilidad a todas las medidas en salud, para así garantizar a la población, la información real, actual. También se pide que se tenga en cuenta el pago de planillas retrasadas, en el caso de empresas que tienen obras con diferentes instituciones. Básicamente, dice Velásquez, el inicio de una huelga de hambre en el Comité Cívico, por unos de sus afiliados, traduce el malestar y preocupación del sector. Es muy probable que esta medida se vaya masificando, pues es la primera vez que se están manifestando al respecto.
Pascual Velásquez reconoce que los miembros de la organización que preside, se ven seriamente afectados porque tienen conocimiento que muchos están siendo despedidos de sus fuentes laborales, de las empresas en las que trabajan, debido a que éstas no tienen la solvencia económica para poder seguir manteniendo a los profesionales en sun planilla de trabajadores. La causa principal es la falta de pago de los compromisos que tiene el gobierno nacional, sus entidades descentralizadas, la gobernación, las alcaldías. El presidente de la SIB-TARIJA reconoce que atraviesan una situación critica, sobretodo por lo que pasa con el rubro de la construcción, que por ende les afecta, por ser quienes están involucrados en las obras en distintas áreas.
La SIB elaboró una planilla para que todos sus asociados, puedan cargar las deudas que el Estado tiene con ellos. La sorpresa fue verificar que hay pagos pendientes de cuatro a seis años atrás, por lo que el escenario se torna más crítico aún, menciona Velásquez. Al hacer este cálculo con la información de las empresas que tienen cobros pendientes de niveles estatales, también se ha podido establecer montos generales que se les adeuda. Solo como Sociedad de Ingenieros, la cifra llega a mas Bs. 385 millones. Pascual Velásquez hace notar que la Cámara de la Construcción tiene sus propios datos, por lo que esos números podrían ser mayores aún.
El directivo de la SIB es bastante general al referirse a la institución que más les debe dinero, aunque luego explica que el municipio de Villamontes y hasta la Subgobernacion de esa región, están en los primeros lugares de ese ranking establecido. También se debe añadir a la alcaldía de Yacuiba. “No se salva básicamente nadie”, complementa. Sí hace diferencia con la alcaldía de Cercado, de la que dice es “un poco más ordenada, tiene una mejor planificación”. Tomando en cuenta ese releva minero de datos que se realizó, se puede establecer también que los municipios que más planillas pendientes de pago tienen, son los de Yacuiba, Bermejo y San Lorenzo, asevera Velásquez, dejando entrever la frustración de su sector por estar arrastrando situaciones de esta naturaleza desde hace tantos años atrás y estar sujetos a las promesas de las autoridades de turno, promesas incumplidas hasta hoy evidentemente. “Se trata de planillas de cuatro o cinco años atrás, es lamentable e insostenible, es una realidad que no se puede ocultar”.
Sobre la posibilidad de que la cuarentena se flexibilice para la construcción, Pascual Velásquez es prudente y comenta que se han tenido reuniones con varias personas y profesionales relacionados a este rubro, manifiesta que se han analizado las normas que abren esta posibilidad, aunque de ese análisis se concluye que no están dadas las condiciones para comenzar a regularizar ciertas actividades. Justamente la SIB y el Colegio de Ingenieros de Tarija, emitieron un pronunciamiento remarcando puntualmente sus observaciones. Estas dos entidades, consideran que no se puede comenzar a trabajar, pues aún están pendientes de pago las planillas de diferentes obras que se encuentran en ejecución, “hay una deuda pendiente de parte del Estado”, asegura el presidente de esta sociedad. Al mismo tiempo, se debe elaborar un protocolo de bio seguridad. Velásquez reconoce que el ministerio de salud ya tiene un protocolo pero en el que encuentran muchas contradicciones, como la exigencia de ambientes de aislamiento en obra, además de otros elementos como barbijos, etc., «todos esos gastos se los quiere cargar al constructor, a la empresa, al profesional, al ingeniero que está a cargo de la obra. Hay puntos que no están claros aún para este sector», anticipa Velásquez.
Al ser la construcción una actividad que precisa de un importante número de trabajadores, está igualmente expuesta en caso de que se presente un caso sospechoso o confirmado de coronavirus, lo que ocasionaría que todos los que trabajan en una obra, deban aislarse y por ende se paralizaría, lo que es un riesgo y perjuicio directo. La SIB considera que se debería estar preparados para reacciones inmediatas, es decir, que si hay un contagiado, a sus compañeros se les realice pruebas rápidas sin pérdida de tiempo. De esta manera se garantizaría que quienes no estén contagiados, le den continuidad al proyecto en ejecución.
El presidente de los ingenieros en Tarija, es claro al señalar que por más que se permita que la construcción retome sus actividades, no sería posible ya que las condiciones no están dadas y la decisión, puede terminar siendo un perjuicio para su sector. Nuevamente destaca que no les pagan y que si vuelven, podrían seguir trabajando sin que se les cancele, acrecentando la deuda más todavía y, lo más importante, se expondrían a un inminente contagio con coronavirus. “Si las autoridades no garantizan al 100% el funcionamiento de los laboratorios, de sus reactivos y las pruebas rápidas, lastimosamente pensamos que ningún sector se va a sentir seguro para volver a trabajar”, dice Velásquez. “Pedimos a las autoridades que todas las medidas que asuman en cuanto a salud, sean serias, sean responsables, que estemos preparados para una post cuarentena, de tal manera que todos nos sintamos seguros y que si nos infectamos, tengamos la certeza de que iremos a un centro de salud o de aislamiento donde se conozca de manera inmediata, el resultado de la prueba que nos hagan”, concluye.

Datos

Por ejecución de obras, las entidades públicas le deben a los miembros de la SIB-TARIJA, mas de Bs. 373 millones. Por Estudios, la deuda es de más de Bs. 6 millones y por trabajos de Supervisión, más de Bs. 5,5 millones. Existen deudas de más de cinco años según lo expuesto por los directivos.Los municipios de Villamontes, Yacuiba y San Lorenzo, son los que tienen las mayores deudas con las empresas.