
Este coronavirus, que registró su primer caso en China el 17 de noviembre de 2019, se expandió por esa potencia asiática a tal punto que para este lunes 6 de marzo ya dejaba 82.665 casos reportados, según el CSSE de la Universidad de Johns Hopkins.
Pero la peor situación se presenta actualmente lejos de allí, en Estados Unidos. El país norteamericano, con una población de cerca de 330 millones de habitantes (mil millones por debajo de China), ya reporta más de 337.000 pacientes con la covid-19 y está por alcanzar los 10.000 fallecimientos a raíz del virus.
Brasil tiene en la mira una vacuna ambivalente
Ante este crítico panorama, que también deja graves estragos en la economía global, investigadores brasileños anunciaron que trabajan en el desarrollo de una vacuna que usa el virus de la influenza como vector para que el organismo produzca anticuerpos contra la covid-19.
«Aprovechando esa tecnología es posible desarrollar una vacuna bivalente, que pueda ser usada contra la influenza y contra el coronavirus», explicó Ricardo Gazzinelli, investigador del Grupo de Inmunopatología de Fiocruz Minas y coordinador del proyecto.
El objetivo de esta primera fase es modificar el virus de la influenza en laboratorio para retirarle la proteína que permite su multiplicación en las células y al mismo tiempo permitirle que pueda transportar parte de la proteína del nuevo coronavirus, lo que le dará la capacidad de inmunizar contra la covid-19.
«Concluida esta etapa de construcción, serán realizadas pruebas en células infectadas para evaluar si el virus de hecho está produciendo la proteína del Sars-CoV-2 (el virus que causa la covid-19) y la efectividad y seguridad de la tecnología», explicó Alexandre Machado, investigador igualmente de Fiocruz Minas.
«Después se inician las pruebas en animales y finalmente los ensayos clínicos (en humanos)», agregó Machado.

La puesta a punto de una vacuna contra el nuevo coronavirus tomará al menos un año, indicó la Agencia Europea del Medicamento.Alemania empezaría estudio pronto
Un laboratorio australiano inició las pruebas preclínicas de dos vacunas contra el nuevo coronavirus, que se extenderán durante unos tres meses.
La Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO), que se encarga de estas pruebas, es parte de la gran red mundial de la Coalición para las Innovaciones y la Preparación para Epidemias (CEPI), que trabaja para encontrar una vacuna que mitigue los efectos de la actual pandemia.
La CEPI ha identificado a dos candidatas a vacunas: la desarrollada por la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, y la del laboratorio Inovio Pharmaceuticals Inc, de Estados Unidos, para que sean sometidas a pruebas preclínicas en las instalaciones de la CSIRO, indicó este ente gubernamental en un comunicado.
«Estamos equilibrando con mucho cuidado el operar a gran velocidad con la crítica necesidad de la seguridad en respuesta a esta emergencia sanitaria global», dijo el director del Laboratorio Australiano de Salud Animal de la CSIRO, Trevor Dew.
Además de evaluar la eficacia de estas candidatas a vacuna, la CSIRO, que trabaja desde 1985 con patógenos peligrosos y exóticos como los que se transmiten de animales a seres humanos, también busca dar alternativas a la inyección intramuscular como podría ser un rociador nasal.
Francia no descarta aplicar pruebas en África
Una fuerte polémica se generó el miércoles pasado, luego de que los doctores Jean-Paul Mira, del Hospital Cochin de París, y Camille Locht, del Instituto nacional Francés de sanidad e Investigación Médica (Inserm), hablaran de la posibilidad de hacer pruebas de una vacuna en el extranjero.
«Esto puede ser polémico, pero ¿no deberíamos hacer un estudio en África donde no tienen mascarillas ni tratamientos ni reanimación? Se hace en estudios en el caso del sida, donde usan prostitutas para probar ciertas cosas porque saben que están muy expuestas y no tienen protección», expresó Mira.
La respuesta del director de investigaciones del Inserm fue en el mismo sentido: «Tiene razón. Estamos pensando en un estudio paralelo en África de una manera similar. Creo que ya hay una petición que si no ha salido ya, saldrá, y pensamos seriamente en ello. Tampoco rechazamos un estudio en Europa o Australia».
Estamos equilibrando con mucho cuidado el operar a gran velocidad con la crítica necesidad de la seguridad en respuesta a esta emergencia sanitaria global Estados Unidos autorizó tratamiento para pacientes críticos
El gobierno de EE. UU. autorizó la semana pasada a médicos de todo el país a usar el plasma de la sangre de pacientes que se recuperaron del coronavirus para tratar a aquellos en estado crítico, en lo que supone para algunos expertos la mejor solución a la espera de una cura.
El nuevo tratamiento fue autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, en inglés), la agencia gubernamental que se encarga de aprobar el uso de nuevos medicamentos, vacunas y otros productos relacionados con la salud pública.
En su web, la FDA anunció que este método podrá usarse solo en pacientes que están en estado crítico y cuya vida corre peligro y, además, los doctores que lo administren tendrán que pedir autorización previa. La decisión de la agencia es inusual, porque normalmente tarda meses en autorizar nuevos tratamientos y lo hace solo cuando ha comprobado que el método es seguro y efectivo.
Unos días antes, el 16 de marzo, Estados Unidos aunció la primera aplicación de prubas contra la covid-19, con la participación de 45 adultos voluntarios saludables.
Los expertos administraron la vacuna al primero de los voluntarios, todos ellos entre 18 y 55 años de edad, que tomarán parte en ese experimento a lo largo de seis semanas, que culminan a finales de abril.
La vacuna se denomina RNA-1273 y ha sido desarrollada por científicos de NIAID y de la compañía de biotecnología Moderna.

Alemania anunció que lanzaría un estudio en más de 100.000 personas para determinar si son inmunes al nuevo coronavirus y permitir así evaluar la propagación del virus, indicó una portavoz del principal instituto implicado.
Susanne Thiele, del Centro Helmoltz de investigación sobre enfermedades infecciosas de Brunswick (norte), confirmó que se tiene previsto iniciar el proceso en abril. Este se basará en las muestras de sangre extraídas a intervalos regulares de más de 100.000 personas.
Los investigadores analizarán si producen anticuerpos de la covid-19, prueba de que contrajeron la enfermedad y se restablecieron luego. «Una especie de carné de vacuna para personas inmunizadas podría establecerse, lo que les permitiría reanudar sus actividades pese a las restricciones aún en vigor», explicó Gérard Krause, que dirige el servicio de epidemiología del centro Helmoltz, al medio Der Spiegel.
Sin embargo, los primeros resultados podrían no ser totalmente concluyentes pues 90% de los adultos están ya inmunizados contra virus menos peligrosos que pertenecen a la misma familia. «Los investigadores esperan que un test más preciso estará disponible en dos o tres meses», afirma Der Spiegel.
China ya comenzó prueba con humanos
Desde el pasado 23 de marzo el país asiático, epicentro del coronavirus, inició pruebas con 108 voluntarios, que fueron divididos en tres grupos y tendrán acompañamiento durante seis meses.
Las personas están en edades que comprenden desde los 18 hasta los 60 años y todos son de la ciudad de Wuhan, territorio donde el coronavirus fue identificado por primera vez.
Fuente: El Tiempo