Como que todo comenzó a girar más rápido, los casos de coronavirus en Bolivia se duplicaron en 24 Hrs, es lo que se esperaba, no lo que se quería. Aún no tenemos muertos y debemos agradecer a Dios. Esos números irán cambiando rápidamente, dramáticamente… por eso las últimas medidas se justifican y deben ser más duras aún si queremos evitar un verdadero desastre.
Este jueves más de cien personas fueron arrestadas por no respetar el decreto, así debe ser, porque quien creyó que era una broma ahora sabe que no lo es, seguro que el que estaba pensando salir como si nada, se quedó en casa o salió asustado porque sabe lo que le pasará. Aún no aprendemos la lección y es porque no hemos visto al coronavirus cara a cara, es lamentable que tenga que ser así para ponernos serios. Después puede ser muy tarde para quienes quieran reaccionar.
No es cuestión de “meter miedo” pero no podemos cerrar los ojos ante lo que está sucediendo, es un fenómeno mundial del que no podemos desprendernos ni ocultarnos, esconder la cabeza bajo la arena como el avestruz no nos salvará. No es una exageración, es real y muy grave.
Pero hay un pequeño detalle que no estamos entendiendo, no se trata de que no nos enfermemos nosotros de manera individual, seguimos con el egoísmo de siempre. Se trata de que no seamos quienes contagiemos a otros por nuestra conducta irresponsable, tenemos que comprender que en realidad eso es primero, no enfermarnos para no enfermar a otros… no se trata de mi o de ti, se trata de nosotros, de todos.