Noticias El Periódico Tarija

MILAN Y TURIN, 7 MAR

Juventus e Inter animarán mañana en Turín el Clásico de Italia que debieron disputar el domingo pasado, pero fue reprogramado en virtud de la emergencia sanitaria derivada de la epidemia de coronavirus.

Enfermedad que provocó 233 muertos y registra más de 5.000 casos en todo el país generando un escenario dramático que obligó a tomar drásticas medidas para evitar males mayores a las que el «Calcio» tampoco escapa.

«Debemos ser realistas. El riesgo es real y la posibilidad de parar el fútbol no puede descartarse», advirtió hoy Gabriel Gravina, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), al confirmar que el campeonato podría ser suspendido.

Hipótesis que se baraja en caso de que algún futbolista de la Serie A presente los síntomas de la enfermedad, como sucedió con algunos de las categorías de ascenso, aunque por ahora es sólo una posibilidad. El coronavirus también está causando estragos en el calendario pues la cancelación de partidos obligó a reprogramar las fechas y genera no sólo incertidumbre sino dificultades para hacer frente a los numerosos compromisos.

A las postergaciones se suma también otro escenario que se replica en distintos deportes con duelos a puertas cerradas, como ocurrió con la serie de Copa Davis entre Italia y Corea del Sur en Cagliari y como ocurrirá mañana con Juventus-Inter.

Una escena que responde a la imposibilidad de seguir a su equipo no sólo cuando juega de local (Milán es la capital de Lombardía, la región más afectada por la epidemia) sino también mañana cuando Inter salga al ruedo en Turín a puertas cerradas.

Inter no sólo tiene pendiente este partido sino el que debió haber jugado previamente en el Giuseppe Meazza frente a Sampdoria, que también fue suspendido en su momento, razón por la cual quedó relegado en la lucha por el título.

El que supo aprovechar la emergencia fue Lazio, que en silencio y sustentado en una racha positiva se trepó a la cima de la tabla desplazando de allí a una Juventus obligada a ganar mañana para recuperarla.

La clave del Clásico será «mantener la presión alta en el mediocampo para que sus delanteros queden lo más lejos posible de nuestra área», destacó Sarri en referencia a Romelu Lukaku y a Lautaro Martínez.