Ahora nos dejamos envolver en una burbuja de diversión y alegría por el carnaval, como que todos los problemas políticos se quedan ahí, hacen una pausa, se pone de manifiesto la gran facilidad que tenemos los bolivianos de «fiestear» postergando a veces temas más que importantes, no se puede ir en contra ya que es parte de nuestra identidad para bien o para mal. El excesivo consumo de alcohol suele ser un denominador común y por lo general el desencadenante de problemas y desgracias, a través de los medios de comunicación se ha llamado a la conciencia de la población para que se divierta con límites y se tomen todas las previsiones, de hecho no conducir un vehículo si es que se va a beber y como padres de familia estar pendientes de donde, con quien y que están haciendo nuestros hijos son consejos a romar en cuenta. El carnaval chapaco tiene un sin fin de alternativas para pasarla bien, nos gusta jugar con agua, nos gusta reunirnos en las calles, de manera pacífica y tranquila, convocamos a todos a que así lo sigamos haciendo y con seguridad tendremos hermosas vivencias.
Lo que haga la policía es fundamental, controlando el tráfico vehicular, las fiestas populares sobretodo si son al aire libre, el expendio de bebidas alcohólicas, etc., igualmente importante es la forma en que se controla y hasta se hace cumplir la ley, el uso extremo de la fuerza no es el mejor camino cuando se trata de persuadir a personas que están consumiendo alcohol y mucho menos el uso de químicos como gases y otros productos, lo que sucedió el jueves de comadres fue un exceso que pudo tener serias consecuencias. Los uniformados deberían estar entrenados para distintas situaciones y saber que no en todas se pueden utilizar los mismos métodos. Esperamos que prime la cordura en quienes se divierten y en quienes tienen la tarea de controlar. Deseamos que la alegría se apodere de todos y que fortalezcamos nuestras costumbres y tradiciones, queremos que sea un carnaval de diversión y no de llanto y desgracia.