ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ
En las principales categorías del fútbol tarijeño (27 clubes entre la Primera A y B), convive un universo de clubes de diferente extracción, están los que depende de importantes instituciones, los que se sostienen por su socios, los que representan a provincias y los que dependen de una familia.
El preámbulo tiene que ver con el Club Real Tarija, que en el último tiempo, en base a sacrificio de la familia Caucota, se tutea con los “grandes” de nuestro fútbol, llegando a convertirse -por mérito propio- como el destacado de los clubes denominados “chicos”.
Real Tarija, tiene sus orígenes en la Escuela de Fútbol, creada por Mariano Caucota el 15 de Abril de 1997, que nació con el lema de “fútbol a la medida del niño”, que fue escalando desde entonces hasta llegar a la principal categoría en el 2016, es decir que este año cumplirá 5 años de permanencia.
Si a los clubes grandes que llevan la representación de instituciones, a los que cuentan con una importante masa societaria y los que representan a provincias, les cuesta su permanencia, ya se pueden imaginar lo que pasa cuando esa responsabilidad es solo de una familia, como es el caso de Real Tarija.
Sin embargo de estos avatares que tiene que vivir, este club la tiene clara, por sobre las adversidades su objetivo es mantener la categoría y mal no le ha ido, nunca su permanencia estuvo seriamente comprometida, la única vez que fue último en la tabla, fue en el campeonato Oficial 2017, que no tenía descenso., en los restantes campeonatos se dio modos anticipadamente de escabullirle el bulto al “fantasma del descenso”.
La temporada 2019 no fue la excepción, el arranque en el Apertura fue complicado, registró 3 derrotas y obtuvo su primer triunfo en la quinta fecha, pero tuvo el tino de no ceder puntos frente a sus potenciales rivales por la permanencia.
Al final le alcanzó para ubicarse en el undécimo lugar con un trabajo destacado de su columna vertebral compuesta el arquero Jonathan López, los defensores Franco Escalante y Cristian Caucota, los volantes Bruno Diaz y Brian Tarifa y el diminuto delantero Ángelo Irahola.
En el Clausura arrancó con el pie izquierdo, tuvo 4 derrotas en serie, incluida la goleada que le propinó Unión Tarija, pero tuvo la capacidad necesaria para dar vuelta la situación, al obtener
5 triunfos casi consecutivos, es decir le ganó a los que tenía que ganar.
En este lapso se especializó en el 3 a 0, ganando a Educación Técnica Agro, Petrolero y Municipal por ese marcador, para terminar en un meritorio noveno lugar en la tabla del Clausura y en el décimo primer lugar en la tabla general.
Es por todo ello que Real Tarija, ha sabido ganarse el reconocimiento del mundillo del fútbol, que al margen de los colores que defiende, saben reconocer el esfuerzo, el desprendimiento de quienes hacen posible que sea parte de nuestro fútbol.