Noticias El Periódico Tarija

En los tiempos del recordado Motete Zamora, se decidió revitalizar un espacio perdido de la ciudad, un basurero a cielo abierto que era usado por mal vivientes y parroquianos, significaba un lugar de riesgo para los vecinos.

Si bien pasaron mucho años, debemos saludar que diferentes administraciones municipales hayan mantenido el “parque de la flores”, que es visitado por cientos de familias cada fin de semana. Es un pedacito de ciudad que intenta reflejar la belleza de Tarija y depende mucho del cuidado que reciba. Es cierto que hubo periodos de descuido y casi abandono pero lo importante es que al final, se ha logrado retomar su debido mantenimiento, tarea nada fácil en un pueblo que aún no respeta mínimas normas de aseo.

Aplaudimos que nuestro parque luzca como luce porque refleja lo que en realidad  es Tarija y quien lo visita se lleva la mejor impresión de esta tierra noble y cariñosa.