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No importa el clima, en el Chaco tarijeño es una de las tradiciones más arraigadas

FINEZA MARQUEZ GARCÍA/BOLINFO/TARIJA

(elPeriódico- noviembre 15/2019) El Gran Chaco tarijeño, posee una variedad de costumbres y comidas tradicionales, entre ellas está el pescado frito, a la parrilla y una actividad conocida como es la “mateada”.

En las puertas de las casas la mayoría de las familias, sobre todo en domingo, se reúnen para compartir tardes soleadas al sabor de un mate.

El mate se puede tomar amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, o con un chorrito de limón.

María Eugenia Solano Ramírez, oriunda de Yacuiba, dice que tomar mate es una costumbre antigua en el Chaco e incluso revela que tiene “muchos” significados.

“El servir un mate es todo un arte”, asegura y añade que el vocablo “mate” tiene origen quechua “mathi”, que significa calabaza, calabacín o porongo, que sirve para beber la infusión preparada con las hojas trituradas de yerba mate.

Pero en la actualidad y por generalización,  se le llama mate al utensilio de calabaza, metálico, enlozado o de asta.

El matear no ve las diferencias de clases, ni prejuicios y une a la gente. Sin titubeo el mate bien cebado es un rito de amistad, es un excelente compañero de toda hora. “Mateamos sobre todo los días domingos con la familia o con los amigos”, explicó María Eugenia.

Explica que quien ceba mate, debe ofrecerlo con la bombilla hacia el lado del invitado, la bombilla al revés se considera una ofensa y hay una expresión que dice “Mate pa’ atrás” “pa’ que no volvas”.

Empieza la mateada y el cebador toma el primero “mate del zonzo”, para acreditar si está bien y si la bombilla no se ha obstruido; va de mano en mano uno por uno, siguiendo el círculo formado por los amigos. El matear enseña prolijidad, porque la bombilla debe estar limpia para el siguiente.

Expertos en el mate dicen que, hay que empezarlo con agua tibia, dejar que llegue a punto de hervor y entonces lentamente, permitir que se enfríe a medida que se va haciendo la cebada,  también existe el mate con agua como  con leche.

Solano, explica que cuando se toma mate dulce, no se debe tapar la bombilla, para eso, se la debe sumergir previamente antes de empezar a echar la yerba en agua.

“Cuando se tranca el mate, hay una costumbre que es hacerle cariños en la base y como magia, se vuelve destrancar”, asegura.

 Existen también algunos términos que se emplean cuando el mate está muy dulce, estos son conocidos como “guarapos”. Si está muy caliente se le dice “está que pela” y si está muy frío se le llama “mate de hospital”.

Si en la superficie aparecen palitos de yerba, es porque hace mucho que se está cebando y si el mate se lavó y está desabrido se lo llama “mate chuya”; cuando pasa de uno a otro se le denomina “mate acarreao” y “mate llorón” cuando éste chorrea, cuando la yerba está muy fría o muy pasada “mate lavado” y esta desabrido se lo llama «mate chuya».

María Eugenia,  indicó que no se debe agradecer cada mate que se recibe, debido a que sólo se debe decir gracias cuando ya se está satisfecho y se quiere dejar la mateada.

Esta es una costumbre sumamente arraigada en el país que invita a charlar y compartir aún en estos tiempos, uniendo la familia y reuniendo amigos.

Cristina Ramírez de 65  años, heredó de sus abuelos la costumbre de tomar mate y desde entonces, en su casa no hay día en que falte en la mesa esta infusión, la que toman diariamente al menos dos veces al día, uno las primeras horas de mañana y otra ronda al finalizar la tarde. Aunque dice que la cantidad puede variar en función de si llega alguna visita, ya que, el mate es también una excusa para conversar y compartir unas horas con los allegados.

La costumbre de tomar mate se ha difundido no solo en Bolivia y Argentina, sino que es propia de Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile y Perú. Fuera de  América ha llegado a España, Italia, parte de Francia, Siria, Libia y Arabia Saudita.

Esta infusión fue utilizada originariamente por los indios guaraníes, los jesuitas, que se establecieron en la zona que hoy ocupa la provincia de Misiones en Argentina, mejoraron su cultivo, por lo que allí se ubican los mejores yerbatales.

Actualmente la yerba, se puede adquirir en paquetes de 1/2 y 1 kilo, y en la región productora, fraccionada en bolsitas.

Los niños también son participes de la “mateada”.

El mate una yerba utilizada por los guaranís

La yerba mate ya era utilizada siglos atrás por las comunidades guaranís. En un principio, según destaca Elio Montes en su libro, se creyó que bebían la infusión de una hierba de ahí viene el nombre, aunque en realidad se elabora con las hojas de un árbol.

Su expansión se debe a los jesuitas que conocieron la yerba cuando empezaron a evangelizar a los guaranís en Paraguay. Estos empezaron a cultivar los árboles de yerba mate que antes solo crecían naturales en las selvas donde se desarrollaban de 10 a 15 metros de altura con hojas de 5 a 7 centímetros de largo.

En la actualidad, el mate se ha expandido a otros países del planeta, debido a la globalización y a la migración.

 Tipos de poro

De calabaza. Se clasifican teniendo en cuenta su forma y dureza. Luego se tiñen, tallan, adornan, adquiriendo de esta forma una confección artesanal.

De madera, hay de algarrobo torneado, palo santo, quebracho, roble. Se tiñen, tallan, y adornan de diversas formas. (eP).

El Apunte

El mate, parte de la cultura

El consumo de mate se originó como una especie de rito de los nativos guaraníes, que habitaban el territorio que hoy ocupan Paraguay y las provincias argentinas de Misiones y Corrientes.

Los guaraníes solían plantar yerba mate donde sepultaban a sus seres queridos para luego cosecharla y preparar una bebida que compartían con los miembros de sus familias, todos sentados en círculo.

Los guaraníes practicaban este rito, porque creían que de esa manera, el espíritu de sus seres queridos crecería con la yerba mate y luego pasaría a sus cuerpos a través de esta bebida.

Según conocedores el mate se toma solo y sin azúcar ni acompañamientos, pero  hoy, se usa azúcar, edulcorantes, hierbas, cáscaras de limón o naranja que le dan un aroma y sabor diferente; también el mate se acompaña con masas, queso, galletas, entre otros bocaditos.

Nota de Apoyo

El mate, tradición que une

El mate se trasforma en la mejor excusa para juntarse a charlar con amigos. El ritual del mate crea el clima perfecto para tener largas conversaciones, e incluso esta infusión es una buena compañera para las personas que simplemente desean reflexionar a solas.

El mate no es que solamente bueno para el cuerpo, sino para el espíritu. Cuando alguien ofrece un mate, le está ofreciendo al otro una parte de sí mismo, según la creencia.

El mate se toma en todas partes, en el trabajo, en la oficina, en el campo, en una reunión de amigos. Las familias se reúnen a tomar mate en las veredas, los jóvenes toman mate mientras estudian, los ancianos toman mate sentados en la plaza.

Se recibe a un amigo ofreciéndole un mate, como signo de bienvenida. Aun cuando en ocasiones, coincide que más de uno tiene su mate,  es costumbre aceptarle  al otro, como gesto de amistad.

Además, es importante tener en cuenta que el mate en el chaco boliviano, no tiene límites socioeconómicos, toman mate desde los más adinerados hasta los más humildes, prácticamente todas las casas la yerba se constituye como la protagonista de las alacenas.

Es posible decir que existen variedades de esta infusión para todos los paladares.

Antiguamente, el mate atravesaba todos los estratos sociales, unía e igualaba; era consumido por ricos, pobres, amos, esclavos, nativos, españoles, hombres, mujeres, jóvenes y viejos. Incluso se compartía entre miembros de diferentes posiciones como esclavo y patrón.

María Eugenia Solano cebando el primer mate junto a su sobrina.

Los Datos

La costumbre de beber mate en la región proviene de la Guerra del Chaco, que entre 1932 y 1935 enfrentó a Paraguay y Bolivia. Se conoce que los caciques indígenas ya consumían mate y los paraguayos continúan con este ritual, que es un patrimonio para ese país.

Tomar mate se transformó en una de las tradiciones que, como pocas, se mantiene inalterada desde hace siglos, arraigándose y expandiéndose alrededor del mundo.

El obsequio de un mate es una puerta abierta al afecto y al cariño, según la creencia.

La cifra

En Argentina se consumen alrededor de 100 litros de mate al año por persona.