ASUNCIÓN, 5 NOV
River Plate y Flamengo animarán la final de la Copa Libertadores dentro de 18 días en el estadio Monumental de Lima, sede elegida como alternativa al Estadio Nacional de Santiago por la situación social que atraviesa Chile.
«Nuevas circunstancias de fuerza mayor y orden público, analizadas y evaluadas con prudencia, considerando la seguridad de los jugadores, del público y las delegaciones, motivaron la decisión de llevar la final de la Copa Libertadores a Lima».
El comunicado de la entidad confirmó que la final a único partido se jugará el 23 de noviembre y que la elección de Lima responde a un «ofrecimiento del gobierno de Perú y a las garantías de seguridad que ofrece».
«La decisión fue consensuada con los presidentes de los clubes Flamengo y River, de las asociaciones de Argentina, Brasil y Chile y se sustentó asimismo en la política de realizar cada una de las finales únicas en diferentes países», agregó.
La Conmebol agradeció al gobierno de Chile por «la activa colaboración que prestaron las diversas reparticiones públicas» de cara a la final del torneo continental y le deseó «al pueblo chileno y sus autoridades paz y buena voluntad».
La sede elegida es el Monumental de Lima, con capacidad para 80.000 espectadores, según confimó Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), minutos más tarde.
El Nacional de Santiago quedó definitivamente descartado por la tensa situación que atraviesa Chile desde hace 18 días por el descontento social que lejos de aplacarse se incrementó en las últimas jornadas.
Asunción, que albergará en cuatro días la final de la Copa Sudamericana entre el argentino Colón y el ecuatoriano Independiente del Valle, aparecía como la opción más segura, pero finalmente se impuso Lima.
Dificultades logísticas que presenta para la fecha de la final de Copa Libertadores la capital paraguaya terminaron volcando la balanza en favor de la capital peruana, sede del duelo a único partido para definir al campeón del torneo.
Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, se reunió hoy en Luque con los titulares de River, Rodolfo D’Onofrio, y de Flamengo, Rodolfo Landim, y con los de la AFA y la CBF, Claudio Tapia y Rogério Caboclo.
Todos acordaron descartar a Santiago de Chile como escenario de la final durante el encuentro en el que también se barajó la posibilidad de trasladarla a Medellín, opción impulsada por el colombiano Ramón Jesurún, vicepresidente de la Conmebol.
La opción de jugarla en Miami y Qatar, ciudades dispuestas a desembolsar una cifra de dinero muy importante para albergarla, fue descartada para evitar que se vuelva a disputarse fuera del territorio sudamericana.
La última edición se definió en Madrid, donde River alzó la corona por cuarta vez en la historia tras derrotar a Boca Jrs, su eterno rival, en la revancha de un partido que debió disputarse en el estadio Monumental de Buenos Aires.
El Santiago Bernabéu fue el escenario elegido tras el ataque al autobús que trasladaba al plantel «xeneize» rumbo al estadio de River, lo que obligó a postergar la final de vuelta y derivó en una situación bochornosa.
España no podía haber sido peor opción para la definición de un torneo bautizado justamente Libertadores de América en tributo a aquellos que lucharon por la independencia del continente del yugo hispano.
Ahora, la final del torneo vuelve al estadio Monumental, pero al de Lima, donde River buscará refrendar su corona y Flamengo alzarla por segunda vez tras haberla conquistado en la primera y única final que disputó en la historia.