FUENTE: ABI
El ministro de Justicia, Héctor Arce, informó el miércoles que la Alta Comisionada de las Naciones Unidas (NNUU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, enviará una comisión a Bolivia para constatar los abusos a los derechos humanos que se registran en el país, por parte de grupos radicales que están en contra de los resultados de las elecciones generales y la victoria del presidente Evo Morales.
«La Alta Comisionada comprometió enviar una misión a Bolivia para constatar los abusos a los derechos humanos, la incitación a la violencia racista de grupos opositores y comités cívicos, así como la exacerbación del odio e intolerancia, como parte de los atentados al orden constitucional», indica un boletín institucional del Ministerio de Justicia.
Esta determinación de parte de la Alta Comisionada, fue agradecida por la autoridad boliviana, quien en su cuenta de Twitter señaló: «Gracias por la buena predisposición, por la misión que se enviará y por defender la democracia».
En el mismo tuit, Arce indicó que en la reunión con Bachelet le hizo conocer sobre los «graves abusos» que grupos radicales comenten en el país.
«Importante reunión con la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los DDHH Michelle Bachelet, para hacerle conocer los graves abusos que están cometiendo grupos radicales en #Bolivia», indicó la autoridad, en un tuit.
Según el boletín de prensa, la autoridad también puso en conocimiento de la Alta Comisionada y de su equipo técnico, la situación de desestabilización de la institucionalidad democrática en Bolivia originada a partir del proceso electoral del 20 de octubre, que es impulsada por el candidato perdedor Carlos Mesa y por grupos conservadores y opositores al gobierno de Morales, quien resultó ganador de dichos comicios en primera vuelta.
En ese marco, Arce explicó a Bachelet que el escenario de desestabilización fue sostenido con fines políticos pese a que el Gobierno boliviano dio una muestra indiscutible de su transparencia solicitar a la Organización de los Estados Americanos (OEA) la realización de una auditoría integral al cómputo electoral, medida que recibió el apoyo de más de una veintena de países.
Asimismo, manifestó que la violencia racista desatada en Bolivia constituye una violación de derechos humanos de muchos compatriotas por compartir el mismo origen humilde del Presidente boliviano.
«Los grupos opositores llegaron incluso a agredir físicamente a mujeres de pollera, obligándolas a arrodillarse para resguardar su vida», detalló Arce a Bachelet.
Arce, fue recibido durante casi dos horas en el Palacio Wilson, Ginebra, por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, como parte de las actividades que realiza junto con la delegación boliviana que participa en el 34 Periodo de Sesiones del Examen Periódico Universal (EPU), donde Bolivia informó sobre los avances, el logro de compromisos, buenas prácticas y perspectivas en materia de derechos humanos.