MILAN y TURIN, 5 OCT
Inter pondrá a prueba su condición de líder del torneo con puntaje ideal cuando reciba a Juventus, escolta y octacampeón del «Calcio», en una nueva edición del «Clásico de Italia» que promete emociones.
El partido le bajará el telón a una séptima fecha que quedará inconclusa y debía comenzar el viernes con Brescia-Sassuolo, duelo postergado hasta diciembre en señal de luto por la muerte de Giorgio Squinzi, propietario del club «verdinegro».
«El partido de mañana es una nueva prueba y ante un equipo que dictó las leyes en los últimos ocho años en Italia y tuvo una actuación destacada también a nivel europeo», recordó Antonio Conte, DT de un Inter que se enfrentará con su pasado.
Tres de los últimos ocho «scudettos» en fila a los que hacía referencia Conte, Juventus los logró a su mando, un condimento adicional para este partido de alto vuelo frente al equipo que hoy dirige Maurizio Sarri.
«No logro pensar que se trate de un duelo personal entre Conte y yo. Es un Inter-Juventus», destacó el entrenador de una «Vecchia Signora» que buscará matar dos pájaros de un tiro, pues la victoria le permitiría desplazar a su rival de la cima.
Los dos puntos que los separan son los que el equipo de Turín resignó en Florencia frente a Fiorentina en un partido que finalizó igualado, pero en el que mereció perder y terminó rescatando al menos uno.
«Conte es un gran entrenador y sus éxitos hablan por sí mismos porque los obtuvo con distintos clubes», destacó Sarri, que llegó esta temporada procedente de un Chelsea que ganó la Premier League de la mano del hoy técnico de Inter.
«Juventus es un equipo que se armó a lo largo de los años y eso es mérito de quienes trabajaron para convertirlo en un acorazado. Es un ejemplo», comentó Conte, quien reconoce que el choque de mañana tiene particular importancia.
«Cada partido es clave para nosotros. Como digo siempre, hay que subir escalón por escalón», recordó el DT «nerazzurro», según el cual «para jugar a determinado nivel debemos mejorar mucho».
La alusión apuntó a la reciente derrota sufrida en Champions League a manos de Barcelona en el Camp Nou con dos goles del uruguayo Luis Suárez que le permitieron al equipo «blaugrana» remontar un partido que perdía con otro de Lautaro Martínez.
El «Torito» argentino será una de las cartas de triunfo que presentará mañana Inter en dupla ofensiva posiblemente con el belga Romelu Lukaku para contrarrestar el peso de la dupla intergrada por Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín.
El astro luso y el «Pipita», jugador «fetiche» de un Sarri que lo tuvo a sus órdenes antes en Napoli y en Chelsea, son la principal apuesta de Juventus, cuyo talón de Aquiles parece ser su defensa, con cinco goles en contra en el torneo.
Apenas dos permitió la de Inter, que con el esloveno Samir Handanovic en el arco y la llegada del uruguayo Diego Godín en defensa se hizo fuerte en ese rubro, aunque la clave del éxito parece apuntar más a lo anímico.
En ese sentido, según confiesan los propios protagonistas, Conte parece jugar un rol fundamental como lo transmiten sus palabras en la previa cuando afirma: «Quiero ver entusiasmo y coraje».
«Inter-Juve es un desafío que nadie quiere perderse y eso es lo que quiero ver plasmado en la cancha. Es un duelo entre dos equipos que pelean en la cima del campeonato y que hasta ahora hicieron mejor las cosas que el resto», destaca.
«Pero no hay que perder de vista que apenas van siete fechas», aclara Conte, quien consultado por su pasado en Juventus confesó que lamentó el pedido de algunos fanáticos para que se remueva la estrella con su nombre del estadio.
«Lo que más lamento es que (el presidente del club, Andrea) Agnelli haya intervenido y le de importancia a una propuesta grosera, vulgar y carente de todo valor. Le dio espacio a los ignorantes», afirmó.
Fiel a su estilo, Conte completó la frase con un «la culpa es de ustedes (los periodistas, cuándo no) que le dan espacio a estas cosas», antes de asegurar: «Debemos dar mensajes positivos porque esto es fútbol, no la guerra».
A tal punto lo molestó esta situación que luego de confesar: «Volví desde Inglaterra para dirigir en la Serie A y a veces me pregunto para qué lo hice», se despidió con un «basta» y «hasta luego» cortando en seco la conferencia de prensa.
En Turín, en tanto, Sarri recordó que «si bien el duelo entre Inter y Juventus si bien es un gran partido, no representa un scudetto por más que uno lo gane», al tiempo que aseguró que «en los clásicos nunca hay favoritos».
«Inter es un equipo sólido y complicado», agregó Sarri, según el cual «jugar un partido como el del mañana es una sensación que vale la pena vivir y me siento feliz de poder ir a un gran estadio a jugarlo con un gran equipo».
«Pero no define nada porque quedan otros 31 partidos hasta el final del campeonato y sería prematuro pensar que este es decisivo en la lucha por el título», agregó aun reconociendo la importancia del mismo.
Para citar un ejemplo, Sarri recordó: «Hace un año, Juventus estaba a 12 puntos de Inter y aun así yo decía que era favorita a conquistar el scudetto y así lo hizo. Hoy, debemos confirmar nuestro crecimiento y hacer un buen partido», completó.
«Determinación, hambre y deseo de gloria», esa será la clave, afirma Sarri, concepto que seguramente compartirá Conte.