Entre lágrimas, Rosa Donoso contó la odisea por la que está atravesando junto a sus hijos
Fineza Marquez García/Bolinfo/Tarija
(elPeriódico septiembre 27/2019) Rosa Donaire Romero, una mujer oriunda del municipio de Padcaya, denunció la mañana del jueves que fue víctima de agresiones por parte de su expareja el pasado 12 de agosto, pero hasta la fecha no logra respuestas de la Justicia.
Con lágrimas en los ojos, Rosa relató que teme por su vida y que a pesar de haber puesto la denuncia correspondiente y de que fueron desplegadas las medidas de protección, las mismas no son acatadas, por lo que sigue recibiendo amenazas de su expareja.
Recordó que ante la desesperación, hizo ya declaraciones ante los medios de comunicación, pero sus peticiones no fueron escuchadas, porque casi de forma inmediata recibió llamadas de familiares de su agresor, diciendo que la iban a “hacer desaparecer”.
“Temo por mi vida, y por el destino de mis dos hijos, en caso de que las amenazas por parte de mi exesposo y su familia se cumplan, las autoridades esperan que me maten, para recién hacer justicia, si algo me pasa las hago culpables”, declaró la mujer en referencia a los jueces, fiscales y policías.
“Como mi exesposo es autoridad, tiene peso en la comunidad, por eso no hacen nada”, acotó.
La mujer declaró que fuera de la violencia física, también sufre de violencia patrimonial, porque en 10 años de trabajar con su exesposo, hicieron un patrimonio pequeño al que ahora no tiene derecho.
“Vivo con mi hermana, lo único que pude sacar fue un colchón y una cama”, dijo indignada.
El abogado dela víctima, Milver Aban, informó que tomó el caso hace una semana, quien interpuso una denuncia ante el fiscal por el delito de violencia familiar y violencia patrimonial, para que desplieguen medidas de seguridad a favor de su defendida. (eP).

El Apunte
Cifras
Dos de cada 100.000 mujeres son asesinadas en territorio boliviano, cifra que supera con amplitud a países con mucha violencia y criminalidad como Brasil, donde el margen es de 1,1.
Paraguay es el segundo país de la región donde se producen más feminicidios con una tasa de 1,6 sobre cada 100.000. Ecuador y Uruguay tienen 1,3.