Noticias El Periódico Tarija

Cómo que es una costumbre marcada por la rutina de cada año y porque así aprendimos a hacerlo, en julio y agosto se realiza la poda de las plantas, se las prepara para la llegada de la primavera de manera que cunda el verde en sus desnudas ramas.

Nos consta que este procedimiento ha dado buenos resultados en algunos casos pero es cada vez más común ver lo que parece ser más una mutilación indolente que una poda saludable. Gajos arrancados de cuajo, con marcas evidentes de irresponsabilidad e insensibilidad. 

En nuestras calles se pueden ver monumentos al olvido, árboles casi sin ramas, una especie de exposición de naturaleza muerta a cielo abierto. Llegan los camiones del municipio y se llevan más ramas que las que quedan en los árboles, dejando dudas profundas de si lo que hacen es lo correcto. Lo hacen tan rápido que es difícil pensar que se toman los cuidados necesarios para evitar dañar al árbol, mudo testigo de su descuartizamiento. No escuchamos a los ambientalistas defender nuestra árboles, no vemos que quienes mutilan, sepan lo que realmente hacen…