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Sergio Reyes Canedo

3.- DERECHO AL ABORTO
“MI CUERPO, MI DESICIÓN” rotulo grafitti en enésimas calles de Bolivia, pintados por el movimiento feminazista, que propone despenalizar el aborto.
Me propuse estudiar derecho cuando tenía 17 años aproximadamente, con el ideal de aportar con mi vocación a un mundo mejor, justo y libre; de hecho, en las primeras clases de introducción al derecho, se nos enseña que las leyes hechas por las personas, deben invariablemente tener ese ideal.
Hace más de 2.000 años el tetrarca Herodes, mando a matar a los niños; pero hoy, con escandalosa impunidad, hombres y mujeres se suman a la añeja sentencia.
En la tabla de valores humanos, el LA VIDA, LA LIBERTAD, LA DIGNIDAD LA IGUALDAD, fueron concebidos como valores absolutos; es decir, que no admiten relativismos, que los conjuguen mañosamente con los antivalores como el de LA MUERTE, LA ESCLAVITUD, LA CODICIA Y LA DESIGUALDAD.
Las ultra.-feministas, se desgañitan mostrando los alarmantes datos de muertes provocadas por abortos clandestinos y el desafío liberal por “tomar decisiones” que solo les conciernen a las mujeres en el mal concebido esquema de “derechos sexuales y reproductivos”.
Detrás de estas manifestaciones que promueven despenalizar el aborto, esta una conciencia desnaturalizada, inhumana, cruel y asesina.
No se trata del derecho de las “mujeres sobre su cuerpo”; en realidad, se trata del derecho de un ser humano a nacer con vida, gozando de todos los derechos inherentes a su condición.
Aquí no tengo duda alguna, el aborto es un crimen y las leyes deben penalizarlo.
Si no logramos que nuestras sociedades ganen la batalla del auto-gobierno personal y responsable, y por el contrario, se intenta “solucionarlo” asesinando las consecuencias de nuestras responsabilidades, pronto habremos aniquilado también, la utopía de un mundo justo, libre y digno.
No consiste en consecuencia, buscar “pretextos” para deshacernos de nuestras malas decisiones, sino de lograr niveles de conciencia humana responsable.
Desde mi apreciación jurídica, la “interrupción voluntaria del embarazo” (eufemismo que se usa para no decir aborto) no es un “derecho” es un “delito”; por cuanto la mayoría de las constituciones occidentales, se cimientan en el DERECHO A LA VIDA; DERECHO ESTABLECIDO DE MANERA UNIVERSAL EN LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Y POR CUANTO DERECHO, ES POR DEFINICIÓN, TAMBIÉN UN BIEN JURÍDICAMENTE PROTEGIDO.

El DERECHO A LA VIDA ES PROTEGIDO POR LA MAYORÍA DE LAS ECONOMÍAS JURÍDICAS LATINOAMERICANAS DESDE EL MOMENTO DE LA CONCEPCIÓN (Tomando como cierto que un ser ser-humano es tal desde su concepción) HASTA LA MUERTE. Tal es así, que las legislaciones civiles incorporan los llamados “derechos espectaticios” de los seres humanos que no han nacido todavía; es decir, preservar ciertas cauciones legales para que se preserven establecimientos de naturaleza civil para cuando nazcan.
Detrás de la despenalización del aborto, las femini-nazis intentan desmontar la paternidad y maternidad responsable, la obligación de los padres en la educación sexual de sus hijos, y la responsabilidad de los hijos sobre su sexualidad.
Los gobiernos de izquierda, hoy todavía presentes en la región, por razones políticas integraron entre este crimen en sus razonamientos equivocados.
El 8 de Marzo, dos diputadas en Bolivia que tuvieron un rol protagónico en la aprobación legislativa en Bolivia de la LEY No 700 del 01 de Junio de 2015 LEY PARA LA DEFENSA DE LOS ANIMALES CONTRA ACTOS DE CRUELDAD Y MALTRATO, ESTABAN A LA CABEZA DE LAS MANIFESTACIONES FEMINISTAS EN PRO DEL ABORTO VOLUNTARIO DE LA MUJER……. (juzguen).
4.- CONSIDERACIÓN DE LA VULNERABILIDAD DE LA MUJER EN LA DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO.
Así como por razones de estricto orden cultural se asume que “La mujer no puede” asumir con excelencia un cargo ejecutivo y jerárquico, se considera que un matrimonio SOLO FRACASA POR CULPA DEL HOMBRE.
La violencia pasiva, ejercida por una gran parte de mujeres divorciadas o en plan de hacerlo, está basada en la farsa cultural de la “víctima mujer y siempre mujer”, como arma justificativa para la proscripción social del varón en el evento de disolución matrimonial.
La corriente predominante les enseña a vengarse sin perdonar, y sentenciar sin reparo, porque el feminazismo, no enseña a comunicarse sin herir al otro.
No aceptamos nuestras propias imperfecciones, pero les pedimos a los nuestros una perfección que no tenemos. Caímos en la trampa de considerar el matrimonio algo desechable y como consecuencia, el sentido de compromiso y lealtad está desapareciendo.
Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, es el título de un best seller que intenta demostrar las diferencias psicosomáticas de los dos únicos sexos biológicamente determinados.
Hace algunos años Hollywood encontró un triángulo mágico que funcionaba en taquilla como ningún otro: Kathleen Turner, Michael Douglas y Danny de Vito. En «La guerra de los Rose» todos daban una vuelta de más en una película en la que llevaba hasta el máximo el divorcio de una pareja supuestamente feliz.

Douglas y Turner se conocen en una subasta, se enamoran y se casan. El conflicto empieza cuando el amor se acaba y comienzan las rencillas que, en este caso, van a más primero, a mucho más después, y al paroxismo en último término; todo en pos de quedarse con la casa.
Las imágenes de uno persiguiendo a otro con hachas llenas de sangre o con cuchillos de trinchar pavos, era tan delirante como reflejo de hasta donde, puede llegar tanto el amor como el odio humano.
Esta película resulta de gran valor pedagógico para mostrar el nivel de degradación que hoy tiene a buena parte de la humanidad en progresiva tensión entre mujeres y hombres.
De manera inadvertida, a mediados del siglo XX, el fenómeno gradual del feminismo, concebido equilibradamente como reconocimiento de las potencialidades de la mujer como ser social útil e indispensable para la salud de una sociedad que se pretende justa y equitativa, se ha ido degradando al punto que las relaciones sociales, económicas, políticas y de otros órdenes, tiene enfrentados a ambos sexos en una guerra sin cuartel, por la ocupación de espacios intangibles en esos mismos órdenes.
Lo cierto es que, el machismo absurdo y violento ha recrudecido en la misma proporción que el ultra-feminismo histérico; mira al hombre con la misma suspicacia que una serpiente al escorpión. Ambos fantasmas concebidos por el machismo y el femi-nazismo.
Este controvertido, ha logrado subir a la estratósfera las sentencias de divorcio y cambiado el sentido de compromiso y lealtad por un decálogo de intereses compuestos y que pueden sin sonrojarse, usar el matrimonio tal como hacemos con una bolsa de supermercado y desecharlo como papel mojado.
Algo más elegante, «manspreading» (palabra que combina «hombre» y «despliegue»; algo así como «despatarre masculino»), se usa para referirse a la nueva “libertad” para los hombres, paradójicamente inaugurada por el ultra-feminismo donde “él” se ausenta de toda responsabilidad con “ella”. Si “ella” se embaraza o enferma, es “su” problema; incluso si están casados.
“…Porque a mí…me vale madres…si te enfermas o te mueres…de un putazo en un camión, mal rayo te parta querida por ser una puta mal agradecida” corean los miembros del grupo mexicano MOLOTOV en una de sus canciones en el álbum titulado “Donde jugaran las niñas?”
Las calcomanías anti-machistas que aparecieron en el Metro de París, subrayan un texto grosero y revelador de la psicología de las promotoras de esta campaña: «La apertura de los muslos no es útil. Cerrarlos es preferible porque los testículos no son de cristal, no explotarán: usted puede así dejar más sitio a sus vecinas; usted no contaminará más su campo visual».
El señalamiento no era a la grosería o a la desconsideración que esta actitud -como muchas otras en el espacio público- revelan, sino al machismo, atacado de forma equivocada por las feminazistas.

Para luchar contra estas «formas cotidianas de machismo», las feministas apelaron también a la palabra de expertos. Así, por ejemplo, Marianne Blidon, socióloga, explica que esta costumbre viene de la forma en que se educa a los niños; mientras que a las nenas se les enseña a estarse quietas y sentarse bien, sobre todo si llevan falda, pero los varones desarrollan otra relación con su cuerpo…
En un muro usado como pizarra del nuevo machismo, frente a la iglesia de la “Santa Virgen de la Colina” en un pequeño pueblo cerca de Managua, escandalizó a las beatas; el grafitti rezaba: “Virgen Maria? o Puta de la Oligarquía? Una cortesía de la campaña «manspreading».
Ceder el asiento, dejar bajar antes de subir, no invadir el espacio del otro -ni con piernas, ni con bolsos o paquetes-, no hablar a los gritos, no escuchar música a todo volumen… son conductas que todos aprecian en el prójimo; pero ahora, se toleran si solo es del mismo sexo.
A nadie sorprenderá saber que el partido español PODEMOS, ha decidido hacer suya la bandera de la lucha contra el machismo urbano porque «las mujeres no pueden habitar con libertad en las ciudades porque no son consideradas miembros plenos».
Unos conducen mejor y otras son más organizadas, que si perdemos más o menos los nervios en función de nuestro género… La eterna lucha de sexos en las que, excepto la élite política que fagocita sus ganancias, sigue sin haber ganador, pero si perdedores: “ellas” y “nosotros”.
En fin, estos y muchos aspectos son intentados por las feminazistas para equivocar los fallos judiciales donde la administración de justicia en asuntos relacionados con las controversias de bienes en el divorció, se queden en mayor o mejor parte con la mujer y no con el hombre, evitando una sana crítica en los juzgadores a momento de evaluar las distintas consideraciones al efecto.
Quizá por eso a manera de broma, se dice que la Barbie más cara es la Barbie de Kent, porque viene con la casa de Kent, el auto de Kent y el dinero de Kent.

CONTINUARÁ………………