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Carla Arteaga Da Silva/Bolinfo/Tarija
(el Periódico julio 28-2019) El barrio Pampa de la Castilla se encuentra en el Distrito 13 de la ciudad de Tarija y tiene una extensión de 120 hectáreas, el mismo colinda con los barrios Senac, Andalucía, Catedral y Villa Busch.
En la zona existe una quebrada que separa al barrio de la ciudad, que incrementa su caudal cada vez que llueve con intensidad.
Dicho barrio no cuenta con los servicios básicos, no tienen calles, alguna de las casas del lugar está construida con calaminas y palos.
Nicolassa Aguilar, vecina del barrio Pampa de la Castilla mencionó, que “se acerca la temporada de lluvias y para llegar a la escuela, los niños tienen que cruzar la quebrada que hay en la zona, arriesgando sus vidas”.
La vecina refirió que desde la Alcaldía prometieron construir un puente, pero “jamás se concretó”.
“Hace 10 años, cuando compraba su terreno en este barrio, el alcalde prometió la construcción de un puente; pero hasta la fecha no hay resultados. Los vecinos están expuestos al peligro, debido a que deben arriesgar sus vidas al cruzar la quebrada, porque cuando llueve el caudal crece considerablemente”.
En el año 2006 fue efectuado el diseño del puente que pretendían construir en el barrio que debería tener una extensión de 170 metros.
Este puente conectaría la zona con el Distrito 13 de la capital, pero no pudo concretarse, pese a que había un financiamiento de la Unidad de Proyectos Especiales (Upre), dependiente del Gobierno Nacional.
Según la presidente del barrio, Rosemary Albornoz, estaba disponible un crédito Bs 30 millones, la Gobernación aportaba con Bs 8 millones.
“Por la falta de un convenio entre la Alcaldía y la Subgobernación de Cercado, no se realizó este proyecto”, criticó la dirigente. (eP).
el Apunte
Pedido de los vecinos
La dirigente del barrio Pampa de la Castilla, Rosemary Albornoz, menciona que la ejecución de un nuevo proyecto de construcción del puente en la zona demandaría una inversión de Bs 12 millones, caso contrario, los menores de edad, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad tendrán que seguir “arriesgando sus vidas”.
La dirigencia barrial pretende dar a conocer a la población en general las condiciones en las que viven los vecinos.